Quesadillas mexicanas (México)

Es triste pero a menudo nos enteramos de que existe la comida mexicana a través de las películas y series norteamericanas. En ellas abundan las referencias a las enchiladas, los tacos, los burritos y las quesadillas demostrando que la comida de origen mexicano es ya la segunda más popular de los Estados Unidos tras la italiana excepto en el sur donde gana de goleada. Digo que es triste porque sólo llega la comida mexicana "rápida" y además adaptada al gusto gringo, lo que ha venido a llamarse comida tex-mex. 
Lo cierto es que México cuenta con una de las gastronomías más ricas del mundo a la que le ocurre un poco lo que a Italia  con la pizza y la pasta: un par de recetas super famosas ocultan una realidad rica y variada.
Las quesadillas son panes planos de harina de trigo o maíz rellenos de carne, pollo o verduras y con queso, que al fundir cohesiona todos los elementos. Las quesadillas son muy fáciles de hacer, especialmente si compráis las tortillas hechas - se encuentran en cualquier supermercado que se precie - y permiten infinidad de variaciones al gusto del comensal. Este relleno que os presento a continuación es uno de tantos de los que podéis realizar .

INGREDIENTES (4 quesadillas)

250 gramos de pechuga de pollo
1 cebolla grande
1 pimiento verde grande
Un vaso de tomate frito (200/250 ml)
Una cucharada de salsa de soja
Sal
Pimienta
Aceite virgen extra de oliva
4 obleas de harina de maíz o trigo
8 lonchas de queso *

* En México se emplean principalmente queso de Oaxaca o bien queso manchego (que no tiene nada que ver con el queso manchego español). Ambos tipos funden rápidamente, así que podéis emplear parmesano, mozzarella etc.

En una sartén grande vertemos un chorro de aceite de oliva (sin pasarse) e incorporamos la cebolla muy picada. Cuando vence añadimos el pimiento verde también picado y finalmente el pollo cortado en trozos de tamaño mediano. Cuando el pollo se ha torrado echamos la cucharada de salsa de soja, salpimentamos y finalmente el vaso de tomate frito. Dejamos freír hasta que la mayor parte del agua se ha evaporado.
En un plato grande depositamos la oblea de maíz o trigo. Sobre ella dos lonchas de queso - el que hayáis elegido - y en el centro un poco del sofrito que hemos preparado.  Doblamos la oblea por el centro de manera que adquiera la forma de una media luna. Seguidamente la marcamos con una sartén de grill por ambas caras lo suficiente para que el  queso funda y la quesadilla quede en su punto. Se sirve inmediatamente.