Tarta de queso blanco

Esta tarta se realiza igual que la llamada pasta frola o crostata, esto es, una base de masa quebrada (la que no sube) sobre la que se vierte el queso y finalmente se cierra con un enrejado que le da un aspecto inmejorable. La adición de cabello de ángel le da un sabor inigualable.

INGREDIENTES :

Masa quebrada (una hoja para la base y otra para el enrejado)
400 gramos de queso blanco
4 huevos
200 gramos de cabello de ángel
100 gramos de azúcar

Disponemos la hoja de masa quebrada en un molde de aluminio o de silicona de al menos 22 cm de diámetro (el tamaño de un plato). En un bol mezclamos el queso blanco, el cabello de ángel (calabaza confitada) y los 100 gramos de azúcar además de tres huevos. Cuando obtenemos una masa homogénea la vertemos sobre la base que hemos dispuesto anteriormente.

Con la otra hoja de masa quebrada hacemos tiras que iremos cruzando sobre la masa de manera que la encierre. Finalmente pintamos la superficie con la yema del cuarto huevo que aún no habíamos utilizado.

Precalentamos el horno a 190 grados e introducimos la tarta durante media hora. Una vez hecha la sacamos del horno, la dejamos enfríar a temperatura ambiente y directa al refrigerador puesto que se recomienda comerla muy fría. 

Es el tipo de tarta que no suele durar mucho porque está de vicio.