Pakoras

Las pakoras forman parte del panteón del fast-food tradicional. Originarias de la India, se han extendido por todo el sur de Asia en múltiples variantes, la mayoría vegetarianas. Las hay de muchos tipos, tantos como quepan en la imaginación : se pueden hacer de brócoli, de zanahoria, de cebolla - como la receta que os daré a continuación - , de queso, tofu... El arte de la pakora consiste en freír en abundante aceite un ingrediente bañado en una cobertura espesa hecha con harina de garbanzos, para luego servirlas tal cual bañadas en chutney o bien en salsa de tomate/ketchup. Sin las especias podría ser una receta cualquiera, pero con ellas las pakoras tienen el poder de transportarte a la India de un santiamén.

INGREDIENTES :

Un vaso (200 ml) de harina de garbanzos
1 cebolla mediana morada tipo "Figueres" rallada
1 guindilla roja pequeña picada
2 cucharadas de hojas de cilantro picadas 
Media cucharadita de jengibre picado
Un pellizco de sal
Media cucharadita de bicarbonato de sodio (o de levadura química)
Aceite de girasol o maíz (los indios utilizan aceite de palma o sésamo)

En un bol mezclamos todos los ingredientes excepto el aceite. Removemos bien y añadimos muy poco a poco agua embotellada hasta conseguir una pasta líquida pero muy espesa (no tanto como una mahonesa, más parecida a la consistencia del ketchup).

Llenamos una sartén con abundante aceite alcanzando al menos 1 centímetro de profundidad. Calentamos casi al punto de humear. 
Con una cuchara cogemos una cantidad colmada de pasta y la dejamos deslizar hasta que cae en el aceite. No hay que amasar ni hacer forma de bola, ya que el aceite caliente le dará forma. Inmediatamente se freirá en un abundante burbujeo. Cuando se dora se extrae del aceite y se deposita en un papel absorbente. Y así vamos haciendo hasta que tenemos listas todas las pakoras. 

Se sirven tal cual, mejor calientes y crujientes, bañadas en chutney, salsa de tomate o ketchup - o colocando estas salsas al alcance del comensal para que moje o no al gusto -. Una delicia que demuestra que el fast-food puede ser saludable y vegetariano.