Pastel de salmón ahumado y queso (receta de Navidad)

Una receta muy fácil de hacer y con una presentación impecable.

INGREDIENTES (4 personas) :

200 gramos de salmón ahumado 
1 paquete de pan de molde sin corteza
200 gramos de queso mascarpone
Un cuarto de vaso (50 ml) de nata para cocinar
2 pepinos frescos

Decoración :

2 huevos 
Media docena de rábanos
Gambas pequeñas peladas
Alcaparras
Aceitunas rellenas de anchoa

El primer paso es decidir si queréis hacer un pastel redondo o rectangular. El primero dará lugar a una presentación más espectacular pero sera más difícil de confeccionar ya que el pan de molde lo tendremos que cortar para conseguir la forma circular.

Una vez decidáis qué tipo de molde os conviene más vamos a mezclar el queso mascarpone con la nata. Con eso conseguiremos una crema espesa pero suficientemente líquida para extenderla sin problemas.

Pelamos y cortamos el pepino en rodajas muy finas.

En el molde que hayamos escogido colocamos en el fondo una capa de rebanadas de pan sin que se solapen. Sobre esta capa extendemos una capa fina de queso y a continuación las rodajas de pepino. Finalmente colocamos otra capa de salmón ahumado. Seguimos construyendo el pastel de la misma forma : sobre la capa de salmón otra de pan, extendemos el queso, rodajas de pepino, salmón y así hasta que alcancemos el borde del molde. Recordad que el fondo será la parte superior del pastel y el otro extremo la inferior, así que debéis acabar con una capa de pan.

Ahora debéis guardar el pastel en el frigorífico, a ser posible con un peso encima, durante una noche. De esta manera el pastel adquirirá una consistencia sólida.

Al día siguiente dais la vuelta al pastel, se desmolda con cuidado y procedemos a decorarlo. Lo primero es cubrirlo con el resto de la crema de mascarpone.

A continuación cubrimos la parte superior con los huevos cocidos cortados en rodajas, los rábanos también cortados de la misma forma, las gambas cocidas y peladas, alguna lámina de salmón ahumado, las aceitunas y las alcaparras. Podéis servir de forma inmediata o guardar de nuevo en el frigorífico hasta la hora de la comida.

La presentación es impactante y, lo que es mejor, el sabor aún más.