Navidad en Ucrania : Nailisnyky

Como cualquiera puede imaginar dada la situación, la Navidad en Ucrania va a ser muy difícil. No diría imposible, porque si por algo destacan los ucranianos es por su capacidad de resistir las adversidades. Recordemos que en menos de 100 años los han intentado exterminar tres veces, primero por hambre, luego por la guerra y ahora por la guerra y el frío. Que sigan todavía ahí y luchando debería ser una advertencia para los que cometen el error de tocarles las narices.

Los nailisnyky (pronunciadlo nai-lis-ni-ki) son unas creps saladas rellenas de queso muy populares en Ucrania que se consumen durante todo el año aunque no suelen faltar nunca en la mesa navideña. 

En los países cristiano ortodoxos la Pascua siempre se celebra mucho más que la Navidad pero en Ucrania la Navidad está casi a la par, en parte por la mezcla de diversas confesiones que tanto rinden cuentas al patriarca de Moscú como al de Kiev e incluso al Papa de Roma. De hecho en Ucrania es festivo tanto el 25 de Diciembre (llamada festividad de la Navidad católica) como el 7 de Enero (Navidad para los ortodoxos).

Las familias ortodoxas celebran la Navidad el día 7 (generalmente lo importante es la cena de Nochebuena del 6) mientras que las de la zona occidental lo hacen el 25, aunque tampoco es raro que algunas familias celebren el 25 y el 7. En cambio en Rusia, mucho más "ortodoxa", el 25 de Diciembre no es festivo ni se celebra. En efecto, habréis notado que en Rusia el Año Nuevo se celebra antes de la Navidad. Esto se debe a que en 1917, con el triunfo de la revolución, se adoptó el calendario occidental. La iglesia ortodoxa se negó a ello y como hay un atraso de 13 días entre el calendario ortodoxo y el occidental, se produce la extraña precedencia (para nosotros) de una festividad sobre la otra. Es decir, en Rusia la Navidad se celebra el 7 de Enero porque para la Iglesia Rusa Ortodoxa el día 7 de Enero de 2021 es en realidad el 25 de Diciembre de 2020. Si sumáis 13 al 25 de Diciembre veréis que todo concuerda, a pesar de lo lioso que parece.

Estas creps son bastante potentes, así que conviene no abusar de las mismas. Claro que Navidad solo hay una durante el año - y este año ya veremos - y por un exceso entre muchos excesos no se va a notar. A menos que seáis como una de esas familias ucranianas que celebran el 25 y el 7, claro. Porque seguro, que de una manera u otra, los ucranianos la van a celebrar aunque sea para molestar al enemigo con su capacidad de resistir.

INGREDIENTES :

Para la crepe : 

  • 200 ml (un vaso) de leche
  • 120 gramos de harina de trigo
  • 4 huevos
  • 100 ml (medio vaso) de agua
  • Media cucharadita de sal

Para el relleno de queso : 

  • 400 gramos de queso cremoso, tipo Quark, Filadelfia o Requesón batido
  • 2 yemas de huevo
  • 2 cucharadas de nata batida (sin azúcar)
  • 1 cucharada de eneldo picado
  • Sal al gusto

Otros ingredientes :

  • 50 gramos de mantequilla sin sal
  • Aceite de girasol o de oliva

En primer lugar vamos a preparar las creps.

En un bol batimos los huevos. A continuación añadimos la leche, el agua, la harina previamente tamizada y la sal. Batimos bien hasta que no quede ningún grumo.

Pintamos el fondo de una sartén antiadherente de unos 22 cm de diámetro con aceite y ponemos al fuego medio-alto. Cuando está bien caliente vertemos un cazo de los que se utilizan para servir la sopa lleno a sus 3/4 partes de la masa de las creps, intentado que el líquido quede bien repartido por toda la superficie. Dejamos que se dore - veréis que los lados empiezan a levantarse y se forman burbujas por el centro - y le damos la vuelta (con un plato, como si fuera una tortilla). Con un minuto por lado debería ser suficiente. Recordad que cada vez que pongáis una nueva crepe o simplemente le deis la vuelta es importante engrasar con aceite el fondo de la sartén, por muy antiadherente que sea.

Con las cantidades reseñadas se podrían obtener alrededor de 8 ó 10 creps (bien finas).


Una vez tenemos las creps las reservamos. Se pueden apilar una encima de otra sin problema. 

Ahora vamos a hacer el relleno de queso.

Mezclamos el queso - que debe estar a temperatura ambiente - con la nata montada (la podéis montar con las varillas, son solo dos cucharadas), las yemas de huevo y un pellizco de sal, además de una cucharada de eneldo picado. Debemos obtener una crema suave y homogénea.

Con esta crema vamos untando un lado de cada crepe. El relleno debe llegar bien al límite de cada crepe pero no ser demasiado gruesa. Una vez hemos rellenado la crepe, la enrollamos sobre si misma y a continuación la cortamos en tres cilindros más o menos iguales. Procedemos igual con las 8 crepes que se habían obtenido, con lo que al final tendremos unos 24 rollitos.


Derretimos la mantequilla y pintamos con ella todo el contorno de los rollitos. Los vamos depositando en una bandeja que pueda ir al horno y que hemos forrado con papel de aluminio. No importa que los rollitos se superpongan ya que al estar engrasados no se van a pegar. Cuando hemos hecho todas las capas de rollitos, cerramos el papel de aluminio sobre el conjunto y lo llevamos al horno precalentado a 180 grados durante media hora. Los sacamos y listos para comer. Están buenísimos, os lo recomiendo, sea Navidad o no.