Macarrones gratinados al dente (y sin cocción previa)

 Los macarrones gratinados eran uno de los platos favoritos de mi niñez. Si no me los hago más a menudo ahora se debe a que es un engorro cocer la pasta y luego gratinar el resultado. Hasta que descubrí la la manera de hacerlos sin cocción previa y que además salgan perfectos.

Os lo explico un poco rápido para que veáis lo sencillo que es y luego iré paso a paso. El truco consiste en poner la pasta dura y seca  TAL CUAL SALE DEL PAQUETE directamente en un recipiente que pueda ir al horno, echar un poco de agua, tomate frito, sal y especias - si se quiere -, meter directamente a 190º durante media hora y cinco minutos antes del final espolvorear el queso conectando el gratinador para que queden bien dorados. Haciéndolo de esta manera los macarrones quedan  al dente, y la preparación no os lleva ni cinco minutos (sin contar el tiempo de horno, claro está).

INGREDIENTES :

Calculad 100 gramos de pasta por comensal como máximo
Medio vaso de agua por cada 100 gramos de pasta (100 ml)
Un vaso (200 ml) de tomate frito o bien salsa boloñesa
Queso mozzarella o similar
Mantequilla
Sal

1. Elegid un recipiente que pueda ir al horno y  a ser posible que disponga de tapadera.  En mi caso he empleado una fuente de barro que he cubierto con papel aluminio, que también sirve.

2. Introducid los macarrones tal cual salen del paquete.

3. En el medio vaso de agua disolved la sal. Si vais a cocinar 400 gramos de macarrones, emplead media cucharadita como máximo (2 gr).


4. Verted el agua en la cazuela - para 400 gramos de pasta serán dos vasos, es decir, casi medio litro de agua - y a continuación cubrid los macarrones con el tomate frito triturado, la salsa boloñesa, la napolitana etc. Añadid una cuchara de mantequilla. Después de esto tapáis el recipiente.


5. Precalentad el horno a 190 grados, calor arriba y abajo, e introducid los macarrones en la parte central durante media hora.

6.  7 minutos antes del final se saca la cazuela, se quita el papel de aluminio o la tapadera, se incorpora el queso rallado y se conecta el gratinador para que quede bien dorado. Y ya están listos los macarrones gratinados. Fácil, ¿verdad?


Los macarrones quedarán al dente, perfectos, y desde luego mucho mejor que si los hubieráis cocido previamente. Si no los queréis gratinar también funciona igual dejando los macarrones durante media hora al horno. Es importante que empleéis una pasta de trigo duro de calidad, sino el resultado no puede ser tan espectacular.