Ahorro eléctrico en la cocina

Estos son algunos consejos que os ayudarán a ahorrar entre un 8 y un 20% en la factura de la electricidad derivada de los consumos que se producen en la cocina. Este mes seguro que vais a visitarla a menudo, así que es interesante saber algunas cosas. Además es un tema importante desde que los ex-altos cargos políticos de nuestro país encuentran retiros dorados en las compañías eléctricas sin saber siquiera colocar un enchufe. Sus elevados sueldos como "asesores" los tenemos que pagar entre todos. Así que a colaborar porque en caso contrario amenazan con volver a la vida pública...no se qué es peor.

1. Desconectad de la red eléctrica los aparatos que no sean imprescindibles. No vale con cerrar el interruptor del electrodoméstico, sino que se debe desenchufar de la red a menos que estés completamente seguro que dicho interruptor corta el acceso de la corriente alterna al mismo. Algunas cafeteras modernas de cápsulas consumen hasta 1.2 Watios en espera (modo stand-by)

2. A menos que la receta indique lo contrario, se debe cocinar cubriendo la cazuela de manera que al levantar la tapa la cocción cese en unos segundos. De esta manera cocinaremos con el mínimo necesario de electricidad o gas (para ambas fuentes de energía vale lo mismo). La ebullición tumultuosa de una cazuela destapada consume hasta un 30% más de energía.
Si tenéis placas de vitrocerámica recordad que mantienen el calor bastante tiempo, así que podéis apagarlas un rato antes de lo que marca la receta y ésta se va a hacer igual. Mantened las placas lo más limpias posibles. Las manchas absorben parte del calor y hacen menos eficiente la transferencia del calor hacia el recipiente que queremos calentar.

3. El horno eléctrico de nuestra cocina es uno de los electrodomésticos que más gastan. (hasta 1 Kilowatio por hora). No lo encendáis para pequeñas cosas como descongelar el pan o dejar que la comida se caliente. La mayoría de las funciones "simples" las puede realizar el horno de microondas y aún más si cuenta con grill. El horno de microondas no queda tampoco "manco" en el consumo (0,7 Kw hora) pero como es mucho más rápido ahorra dinero.
Gran parte de la potencia que se necesita para calentar un horno eléctrico a la temperatura adecuada sirve para calentar el aire que contiene, así que es mejor organizar entrante, plato principal y postre para que hagan uso conjunto y simultáneo del horno evitando eso sí que los olores se mezclen con la ayuda de recipientes especiales o simple papel de aluminio. Se me ocurre usar el horno a la vez para hacer ratatouille, un asado de buey y manzanas al horno gastando lo mínimo de electricidad. A ver si adivináis en que orden deberían colocarse para ahorrar el máximo...
Los hornos también están preparados para mantener el calor, así que es posible desconectarlos hasta media hora antes del tiempo que marca una receta sin que la temperatura baje ostensiblemente. Nunca dejéis abierto el horno tras una cocción. Simplemente retirad el alimento ya cocinado y cerradlo. Es posible que en una próxima comida - la cena - lo tengáis que utilizar de nuevo y no es lo mismo calentarlo partiendo desde los 20 grados que desde los 40 grados. Con 40 grados podéis descongelar el pan en unos minutos sin problemas.

4. Ojo también con el horno de microondas. Algunos modelos gastan en stand-by la friolera de 28 watios simplemente por mantener la luz interior y el reloj digital. Si no lo vais a utilizar a menudo, desconectadlo también de la red. Muchos problemas con el horno de microondas se deben a su mala utilización. Si calentáis una comida y queda ardiendo por fuera y helada por dentro es debido a que habéis empleado una potencia inadecuada. Reducid potencia o bien calentad la comida en saltos de dos o tres minutos, dejando reposar entre cada encendido al menos un minuto. De esta manera el calor se difundirá correctamente por igual a todos los rincones del alimento.

5. Abrid la nevera lo menos posible. Cada vez que lo hacéis se pierde frío y restituir la temperatura que marca el termostato cuesta mucha electricidad. Otra cosa que la gente olvida hacer es regular la temperatura interior de la misma de acuerdo a la exterior. En invierno no es necesario tenerla  igual de fría que en verano ya que probablemente algunos alimentos se congelarán al menos superficialmente. Consultad el libro de instrucciones de la nevera para regular la temperatura adecuadamente.

6. Deshaceos de los electrodomésticos cuyo rendimiento energético sea pobre. La mayoría lo indican con una escala que va de la A (la más eficiente) a la G (la menos). Tener un electrodoméstico marcado como "C" probablemente signifique que habéis pagado menos dinero por él pero a la larga os va a salir caro.

7. Limpiad los filtros de la campana extractora a menudo. Generalmente poseen varias velocidades de succionado y si éstos están sucios tenderemos a utilizar una potencia mayor que también gasta más electricidad.

8. Si vuestra cocina se ilumina con tubos fluorescentes es mejor dejarlos abiertos mientras cocináis - siempre y cuando necesitéis luz, claro está - que abrirlos y cerrarlos cada vez que entréis y salgáis de la cocina. El momento de mayor consumo de los mismos se produce en el encendido mientras que si los mantenemos abiertos gastan lo mismo que las modernas bombillas proporcionando la misma cantidad de luz.

9. Recapitulad en el uso de algunos electrodomésticos. Por ejemplo, tenéis una freidora de patatas de 5 litros que usáis una vez al mes, ¿merece la pena calentar tanto aceite para un sólo uso mensual? Estamos hablando de un aparato que consume 1 kilowatio hora, que no es poco.

10. Utilizad aceite en la sartén o bien sartenes cerámicas. Puede parecer una chorrada, pero mucha gente escatima el aceite por razones de "peso" (algunos lamentablemente porque no se lo pueden permitir). El aceite sirve en primera instancia para transmitir el calor más eficientemente desde el recipiente hasta el alimento, así que si lo retiráis se necesitará más tiempo para calentar la comida. Si aún así esto no os convence, utilizad sartenes cerámicas que conservan el calor más tiempo sin necesidad de aportar energía extra.