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Receta fácil del Pepito o Relámpago


Se trata de una pasta choux, igual a la empleada para los profiteroles, a la que se da una forma alargada para luego hornearla hasta que queda crujiente. Posteriormente se rellena con crema pastelera o nata* y se le suele dar una glasa de azúcar o chocolate.

Su origen es Francia, probablemente creada a principios del siglo XIX aunque en aquellos tiempos se conocía como "Pan de la Duquesa". Actualmente se le llama Éclair mientras que en España se le llama Pepito y en Latinoamércia se conoce como Relámpago.


INGREDIENTES :

Para la pasta choux :

  • 150 gramos de harina
  • 100 gramos de mantequilla
  • 4 huevos
  • 1 huevo (para pintar la pasta)
  • 250 ml de agua
  • 1 pellizco de sal

Para los rellenos (a modo de sugerencia) :
  • Crema pastelera
  • Nata montada
Para la cobertura :

Puede realizarse con chocolate de cobertura, para lo que necesitaremos alrededor de 200 gramos, o con una glasa real para lo cual necesitaremos :

  • 150 gramos de azúcar glass (impalpable)
  • 1 huevo
  • 1 limón

En una cazuela a fuego medio vertemos el agua e incorporamos la mantequilla cortada en pequeños trozos. además del pellizco de sal. Removemos bien para que la mantequilla se funda. Al primer burbujeo que indique que se inicia la ebullición deberemos retirar la cazuela del fuego. 

Incorporamos inmediatamente la harina de golpe - previamente tamizada - y removemos enérgicamente con una espátula de madera (obligatorio que sea de madera). Cuando la mezcla es homogénua devolvemos la cazuela al fuego - lo más bajo posible - y removemos bien hasta que se forma una bola alrededor de la cuchara totalmente desprendida de las paredes de la cazuela. Cuando esto ocurra retiramos del fuego de forma definitiva.



Pasamos la bola a un bol y añadimos un huevo. Trabajamos la masa con la espátula hasta que el huevo quede bien integrado y a continuación hacemos lo mismo con el segundo huevo y así sucesivamente hasta incorporar los cuatro huevos en la masa. 

Es el momento de meter la masa en una manga pastelera. 

Ahora hay dos posibilidades. Podemos comprar moldes para éclair (se venden en cualquier tienda de menaje) o bien hacer directamente  las formas sobre un papel de hornear. En el caso de adquirir un molde, basta con rellenarlos con la masa realizada. Si no tenemos moldes, deberemos hacer unas líneas largas (alrededor de 10 cm) y algo anchas (2 ó 3 cm). Sin molde quedarán menos perfectas, además de que la variación de tamaño que seguramente tendrán supondrá que la mitad de arriba no encaje con la de abajo, lo cual podrá ser válido para un entorno familiar pero no así para uno profesional.




Precalentamos el horno a 250 grados, forramos la bandeja del horno con papel de hornear y hacemos tiras tal y como habíamos comentado antes. Directas al horno durante 12 minutos.

En el caso de emplear un molde, basta con introducirlo en el horno también durante 12 minutos.

Transcurrido el tiempo extraemos del horno, las dejamos enfriar y desmoldamos, si es el caso.

Dividimos los pequeños panecillos en dos mitades. La mitad llevarán glaseado y la otra mitad, no.

Si vamos a hacer una glasa con chocolate de cobertura, simplemente bastará con fundir la tableta de chocolate al baño maría y con cuidado bañar los pastelillos, dejándolos secar en una rejilla.

Si vamos a hacer una glasa de azúcar, concretamente una glasa real, esta es la manera:

Batimos en un bol con las varillas la clara de huevo, el azúcar glass y una cucharadita de zumo de limón. Se ha de batir un buen rato, así que si tenéis las varillas eléctricas mejor sacarlas del armario. Lo mejor es ir añadiendo poco a poco el azúcar glass hasta que la glasa queda con la consistencia suficiente para aguantar de pie las varillas. Con esta glasa pintamos por encima los pastelillos.

Se dejan al aire para que la glasa endurezca.

Es el momento de cubrir con el relleno que se desea la mitad de los pastelillos que no se han glaseado. Luego se coloca la tapa glaseada, una vez esté seca, y listos  para comer.