Se llama "solomillo" del pollo a un apéndice cárnico que cuelga, por así decirlo, de la parte inferior de la pechuga.y que carece de hueso. Antiguamente formaba parte de la pechuga como "unidad comercial" y se suministraba con la misma, pero desde hace unos años las empresas cárnicas la separan y venden por separado al comprobar que dicha carne es menos seca y más gustosa que la pechuga (pero no mucho más, evidentemente). A diferencia de los filetes de pechuga, el solomillo es redondeado y con forma cónica. Es como un "miniyo" de la pechuga. Se puede preparar de muchas maneras, siendo el rebozado y la plancha los más recomendables. Admite también la cocción en salsa como ésta que os presento.
INGREDIENTES
2-3 solomillos por comensal
(a partir de ahora, ingredientes para 4 comensales)
1 cebolla morada tipo "Figueres"
1 diente de ajo
2 cucharadas de mostaza francesa
1 cucharada de perejil picado
Medio vaso de vino blanco
Medio vaso de nata para cocinar
Medio vaso de caldo de pollo
Sal
Pimienta negra molida
Aceite virgen extra de oliva
En una plancha muy caliente marcamos brevemente los solomillos, de manera que queden las marcas de la sartén pero queden crudos por dentro. Salpimentamos y reservamos.
A continuación en un sarten con un chorro de aceite de oliva freímos la cebolla y el diente de ajo bien rallados. Cuando venzan, añadimos medio vaso de vino blanco y esperamos a que reduzca a la mitad. Es el momento de incorporar las dos cucharadas de mostaza francesa y remover para que se disuelva. Incorporamos entonces los solomillos juntamente con la cucharada de perejil picado, el caldo de pollo y la nata. Cocemos durante diez minutos a fuego lento con la sartén tapada y ya están listos para servir.