Este es uno de los postres griegos más populares. Si no lo he descrito con anterioridad ha sido debido a que, pese a no presentar dificultad en su realización, sí que resultaba problemático en cuanto a los ingredientes que empleaba. En España no siempre ha sido fácil encontrar pasta filo y semolina. Afortunadamente cada vez resulta más fácil encontrar ingredientes de la cocina oriental gracias a la presencia de inmigrantes y a la popularidad de la cocina del Este del Mediterráneo. Ahora es posible encontrar tanto pasta filo como semolina en cualquier gran superficie e incluso en supermercados urbanos, aparte de los comercios dedicados a suministrar productos importados a la comunidad inmigrante.
El nombre Galaktoboureko está compuesto de dos palabras : Gala (γάλα) y Boureko. La primera palabra es griega y significa "Leche". Dicho término es el origen del nombre griego para la Via Láctea y por ende para todas las lenguas cultas ha derivado en la forma de llamar a grandes agrupaciones de estrellas : Galaxia (Γαλαξίας). La segunda palabra es turca y viene a significar torta, tarta o empanada. Es la misma palabra que se emplea en una receta tradicional turca denominada börek. Por tnato el Galaktoboureko es una empanada de leche. Concretamente es un empanada de crema.
La realización del Galaktoboureko se compone de tres partes :
- Preparación de la crema
- Construcción de la empanada y horneado
- Realización del jarabe o almíbar
80 gramos de semolina
80 gramos de azúcar
Medio litro de leche entera
3 huevos
Zumo de medio limón
1 vaina de vainilla
La semolina es un cus-cus fino o una harina "basta" realizada con trigo duro, como la pasta de calidad. Se puede encontrar en grandes superficies. Concretamente yo utilizo la sémola de trigo de Harinas el Molino, la del paquete naranja que indica en el envoltorio que se emplea para hacer migas. Bueno, pues también sirve para el Galaktoboureko. Si tenéis problemas en encontrar la semolina, podéis utilizar un cus-cus muy fino o bien, aunque no es aconsejable, harina de arroz.
INGREDIENTES EMPANADA :
250 gramos de pasta filo (entre 5 y 8 hojas)
Mantequilla
La pasta filo se vende congelada o bien fresca. Se suministra en paquetes alargados que contienen entre 5 y 8 hojas finas como el papel. Se debe trabajar con ella con suma rapidez, evitando exponerla al aire porque se reseca enseguida.
INGREDIENTES JARABE :
1/3 de un vaso de agua (aprox 80 ml)
100 gramos de azúcar
El zumo de medio limón
PREPARACION :
En primer lugar vamos a hacer la crema. En una cazuela mediana incorporamos la semolina, el azúcar, la leche, los huevos y la vainilla. Vamos dando vueltas con una cuchara de madera para evitar que se pegue y cuando empieza a hervir reducimos el fuego y mantenemos durante diez minutos más agregando el zumo de medio limón. Transcurrido el tiempo retiramos y dejamos enfriar, quitando la vainilla. El resultado es una crema espesa.
Mientras vamos a preparar el molde y la pasta filo. Es importante utilizar un recipiente de Pyrex. Es el que mejor resultado me ha dado. Lo embadurnamos bien de mantequilla y en el fondo depositamos entre 3 y 5 hojas de pasta filo, cada una de ellas bien pintadas de mantequilla. Para hacer esta operación separamos una hoja y mantenemos el resto cubiertas por un trapo de algodón ligeramente humedecido. Una vez tenemos preparada la base del galaktoboureki pasamos a cubrirla con la crema espesa. Ahora vamos a cubrir con otras 3 a 5 hojas de filo de nuevo pintadas con mantequilla. La capa más exterior de la empanada no es necesario embadurnarla.
Hemos precalentado el horno a 180 grados. Colocamos la fuente de Pyrex en el centro y mantenemos durante una hora ( o hasta que la capa de encima se dora ). Mientras haremos el jarabe con el que se suele servir - aunque personalmente nunca lo hago -. Para el jarabe calentamos en una cazuela el agua y el azúcar hasta que la mezcla hierve. Luego bajamos el fuego y añadimos el zumo de medio limón para evitar que cristalice. Mantenemos a fuego bajo durante diez minutos y ya está listo.
Transcurrida la hora de horneado sacamos la bandeja y dejamos enfriar. Con un cuchillo afilado cortamos la empanada en porciones rectangulares (no hace falta sacarlas de la fuente donde las hemos horneado). Si lo deseamos las cubrimos con el jarabe y guardamos en sitio fresco y seco durante 24 horas o en la nevera cubiertos por un papel de aluminio o similar. Al cabo de 24 horas están listas para ser degustadas con su máximo de sabor aunque si no podéis resistiros a la tentación se pueden comer recién hechas.
Es desde luego uno de los postres más increíbles de todos los que conozco. Realmente os animo a prepararlo.