Este es un estofado que proporciona proteínas de primera calidad y muy poca grasa, adecuado para personas que sigan algún tipo de dieta adelgazante. Además se prepara en media hora con un tiempo total de realización de una hora como máximo.
INGREDIENTES (4 personas)
Medio conejo (incluyéndo el hígado y los riñones)
200 gramos de caracoles
100 gramos de taquitos de pernil
2 patatas medianas por comensal
100 gramos de guisantes o de habitas
1 cebolla morada tipo "Figueres"
4 tomates maduros
1 diente de ajo
Medio vaso de vino tinto
Caldo de carne
Aceite virgen extra de oliva
Sal
Pimienta
En primer lugar troceamos el conejo y lo salpimentamos. En una cazuela grande pero no muy honda (a ser posible de barro), freímos los trozos bien por todos lados acompañados por un diente de ajo. Cuando están dorados por fuera pero todavía crudos por dentro los sacamos y reservamos. El diente se desecha.
En el mismo aceite freímos el hígado y los riñones del conejo hasta que queden bien hechos. Una vez están bien fritos los troceamos con la misma cuchara de madera. Los dejamos en la cazuela
Si habéis utilizado una cazuela de acero inoxidable o de barro - en cualquier caso no antiadherentes - habrán quedado restos de carne por lo cual es recomendable desprenderlos añadiendo un poco de vino.
Cuando el vino reduzca casi por completo, añadimos la cebolla bien picada. Cuando la cebolla transparente incorporamos los cuatro tomates maduros sin semillas ni piel y troceados (podéis emplear tomate triturado de "lata" si os resulta más cómodo) y finalmente, cuando el sofrito ya ha tomado consistencia, los taquitos de jamón.
A continuación añadimos la carne y los caracoles previamente lavados y cocidos (actualmente los venden también precocidos en congelados, así que podéis ahorrar mucho tiempo usando de este tipo).
Seguidamente vertemos medio vaso de vino tinto y el caldo de carne suficiente para que cubra lo justo. Cortamos las patatas en cachelos (para que la fécula espese la salsa) y las incorporamos. Mantenemos a fuego medio durante media hora aproximadamente rectificando de sal y pimienta. Si utilizáis guisante finos congelados los añadimos cinco o diez minutos antes de que se termine la cocción. La cocción debe finalizar cuando las patatas estén tiernas y el caldo haya reducido a la mitad.
Se sirve cada comensal con una o dos piezas de carne, una docena de caracoles, las patatas y las legumbres correspondientes todo ello regado con la salsa.