Si elimináis los piñones, saldrán mucho más baratos |
Básicamente el panellet es una mezcla a partes iguales de un fruto seco - almendra - con azúcar, todo ello coagulado con la ayuda de la clara del huevo. Pues bien, es posible substituir la almendra por cualquier otro fruto seco sin tostar : avellanas, nueces o pistachos, todos ellos reducidos a harina, son los candidatos perfectos. Otro fruto que da muy buenos resultados es la castaña. Reducida a harina y combinada con el azúcar da un sabor casi diría que mejor al obtenido con almendras.
Los panellets de pistacho o avellanas prácticamente no necesitan saborizante alguno (especialmente el primero). En cualquier caso como saborizantes podéis emplear sirope de chocolate, de fresa o canela en polvo.
Para obtener más cantidad de masa, se emplea a menudo patata o boniato, pero también es posible emplear zanahoria. Los dos últimos ingredientes son los que tienen más sacarosa, así que podéis rebajar la cantidad de azúcar si esto supone un problema (o bien substituirla completamente por edulcorante naturales como la stevia).
De esta manera la receta de los panellets por menos de 5 euros / kilo quedaría así :
Sólo con frutos secos :
400 gramos de harina de castaña, nueces, avellanas o pistacho
400 gramos de azúcar
2 huevos
Con frutos secos y boniato/patata :
200 gramos de harina de castaña, nueves, avellanas o pistacho
200 gramos de azúcar
200 gramos de patata, boniato o zanahoria
2 huevos
En
primer lugar se hierven las patatas enteras o los boniatos con piel. Luego se pasan
por el pasapuré. Se dejan enfriar completamente. Cuando el puré está
frio se añaden los frutos secos rallados y el azúcar. Ahora se ha de amasar
a conciencia para hacer una masa homogénea. Esto puede ser bastante
difícil porque se trata de tres elementos secos. Para facilitar la labor
se puede salpicar con un poco de agua de vez en cuando o emplear parte de la clara del huevo. Una vez
finalizado el amasado dejamos la masa reposando un mínimo de cuatro
horas y un máximo de 24.
A continuación
espolvoreamos con harina sobre una tabla o el mármol de la cocina y
empezamos a hacer cilindros con la longitud que nos permita la mesa y un
diámetro aproximado de dos centímetros. Cuando el cilindro esté
perfecto lo cortamos en rodajas de unos dos centímetros de largo. Les
damos una forma esférica y pintáis con la yema del
huevo para que queden brillantes para luego hornearlos a 180 grados durante
veinte minutos, aproximadamente.
Podéis añadir saborizantes en la masa antes de pasarlos por el horno como son la canela en polvo, el limón rallado o bien chocolate en polvo e incluso jarabe de fresa.
Podéis añadir saborizantes en la masa antes de pasarlos por el horno como son la canela en polvo, el limón rallado o bien chocolate en polvo e incluso jarabe de fresa.