Esta receta es una fusión franco-japonesa. Los primeros ponen el foie-grass de pato y los segundos el wasabi. Para los que no sepan qué es el wasabi decir que se trata de una raíz que una vez rallada se emplea para hacer una pasta picante no persistente, muy nasal (como la mostaza francesa) y que es fundamental en la cocina japonesa para algunas recetas como el sushi, el shashimi i el donburi.
El wasabi es muy complicado de cultivar ya que se emplean aguas termales para regar las plantas. De hecho en el mismo Japón se emplean sucedáneos que se extraen de algunos tipos de rábanos porque el wasabi auténtico es muy caro.
Esta receta se realiza con wasabi o con un sucedáneo que podéis encontrar en las tiendas especializadas con relativa facilidad. El foie grass de pato es más fácil de localizar. Debéis además disponer de ramekines o cazuelas individuales que puedan ir al fuego. El punto de cocción del huevo es a gusto del comensal, y puede ser pochado o duro.
INGREDIENTES (6 personas) :
6 huevos
Foie-grass de pato fresco (dependerá del tamaño del ramekin, pero con 250-300 gramos será suficiente)
Pasta de wasabi o sucedáneo
Limón
150 ml de crema de leche (también depende del tamaño del ramekin, pero esta debería ser la cantidad máxima a usar)
En un bol mezcle la crema de leche, una cucharada de jugo de limón, otra de wasabi, un pellizco de sal y otro de pimienta, mezcle con la batidora y reserve.
En cada ramekin individual vamos a llenar el fondo con el foie-grass de pato (o de oca, pero es más caro) hasta la mitad. A continuación vertemos un poco de la salsa con wasabi que hemos preparado. Seguidamente rompemos un huevo y con cuidado de no romper la yema lo depositamos sobre todo lo anterior. Salpimentamos.
Ahora llevamos los ramekines a una cazuela con agua de manera que ésta no llegue a la mitad de la altura de los recipientes individuales. Ponemos al fuego María durante diez minutos - o hasta que la yema esté pochada o dura - vigilando de cubrir con una tapadera los ramekines (pero sin que quede sellada la cazuela o el agua se calentaría demasiado desbordando los recipientes individuales).
Se sirve caliente y si todo ha ido bien la clara del huevo habrá cuajado mezclándose con el wasabi. Os aseguro que es un entrante de los que no se olvidan, sobretodo si sois aficionados a la cocina oriental.