Cannoli siciliano


Si sois aficionados al cine o a las series de televisión este popular dulce siciliano no os será desconocido. Ha aparecido con entidad propia en El Padrino de Coppola y también ha sido nombrado en Los Soprano, así que por desgracia a muchos les sonará indisolublemente unido a las tramas mafiosas. 

Cannolo significa "tubo pequeños" y cannoli es el plural, es decir, "tubos pequeños".  De forma básica se trata de un tubo de pasta relleno de queso ricota de oveja endulzado, relleno que se puede adornar con frutas, chocolate, cerezas en almíbar etc.  La receta es sencilla si bien necesitáis un tubo metálico que da forma a la pasta y aguanta la fritura. Se encuentra en Amazon por unos 10 euros (8 tubos) y se piden tal cual, tubos metálicos de cannoli.

INGREDIENTES 

Para la pasta

250 gramos de harina de fuerza
30 gramos de azúcar
30 gramos de manteca de cerdo
1 huevo
50 ml (un cuarto de vaso) de vino tipo Oporto, Jerez o Marsala
1 cucharadita de vinagre
La ralladura de la cáscara de una naranja
1 yema de huevo adicional
Media cucharadita de canela en polvo
1 pizca de sal
Aceite de girasol para la fritura

Para el relleno

800 gramos de queso blanco tipo ricota, preferiblemente de oveja (requesón)
300 gramos de azúcar impalpable (azúcar glass)

Para la decoración (opcional)

Cerezas, perlas de chocolate, fruta en almíbar etc.

En primer lugar vamos a mezclar la harina con la canela tamizándolas para que no haya grumos. Cortamos la manteca en trozos pequeños y la mezclamos. Agregamos el azúcar glass y la ralladura de la piel de naranja. Incorporamos el huevo y el pellizco de sal disuelto en el vinagre. A continuación vertemos el Oporto/Jerez/Marsala.

Amasamos bien (si tenéis amasadora o robot con esta función, es el momento de utilizarlo). Obtendréis una masa elástica y consistente que debe guardarse en el frigorífico durante al menos 2 horas.

Transcurrido el tiempo sacamos la masa y la trabajamos con el rodillo aplanándola hasta que alcance un grosor de unos 1.5 mm. Hacemos a continuación círculos de unos 10 cm de diámetro. Es el momento de utilizar los moldes metálicos. Envolvemos los tubos metálicos con la pasta y cerramos los extremos, pintándolos con la yema de huevo.

Calentamos el aceite de girasol hasta unos 180 grados y los sumerjimos CON EL TUBO DE MOLDE en el centro. Dejamos freír hasta que se doran. Por efecto de la manteca se forman burbujas que a veces son demasiado grandes y por tanto conviene pincharlas con un tenedor. De todas maneras estas burbujas son muy apreciadas, así que sólo debéis reventar las que por su tamaño deforman el cannoli.

Se retiran del aceite y se dejan reposar en papel absorbente. No retiréis el tubo hasta que están a temperatura ambiente. Por esta razón es conveniente hacerse con un número elevado de tubos de metal para hacer todos los cannoli de golpe.


Para hacer el relleno basta con mezclar el requesón con el azúcar glass. Es preferible trabajar con la mezcladora. Cuando tenemos una masa homogénea y suave, la inyectamos en el canoli con una manga pastelera.

Los extremos se suelen decorar, si se quiere, con cerezas, frutos secos, fruta escarchada, fideos de chocolate o lo que queráis, es cuestión de imaginación.

Es un dulce que está buenísimo, más que recomendable. Os dejo un clip de El Padrino donde Clemenza suelta una mítica frase sobre los Cannoli