Un plato asturiano fácil que marida dos productos, almejas y alcachofas, que en principio poco tienen que ver pero que aquí casan de forma magnífica. Uno de los mejores platos españoles sin lugar a dudas.
INGREDIENTES (4 personas) :
8 alcachofas
500 gramos de almejas
1 vaso de vino blanco
1 diente de ajo
1 cucharada colmada de harina blanca de trigo
1 cucharada de perejil picado
1 limón
Sal
Aceite virgen extra de oliva
En un bol grande con agua y una cucharada de sal colocamos las almejas para que se abran y suelten la arena que llevan. Deberán permanecer así al menos 8 horas, en el frigorífico parte alta si hace calor.
Transcurrido el tiempo, llevamos las almejas que se han abierto a una cazuela con un dedo de agua. Tapamos y calentamos durante 2 ó 3 minutos. Recogemos las que se hayan abierto y el resto las descartamos porque si no se abren significa que se recogieron cuando estaban muertas y puede que no estén en buenas condiciones. No descartéis el agua, se utilizará más adelante.
Lavamos las alcachofas, les cortamos el tallo y las puntas y retiramos las hojas externas más duras. llevamos a un bol con agua y el zumo de un limón (así evitamos que se oxiden).
En una cazuela vertemos un chorro generoso de aceite de oliva y en el mismo freímos el diente de ajo picado y la cucharada de perejil. Incorporamos entonces la cucharada de harina de trigo y removemos para que se fría bien (se tornará marrón).
Incorporamos el vaso de vino y dejamos hacer hasta que se evapora la mitad. Si tenemos que desglasar el fondo pues lo hacemos.
Añadimos las alcachofas (enteras o cortadas por la mitad longitudinalmente) y las dejamos hacer 10 minutos. Añadimos entonces las almejas y el caldo donde las hemos cocido. Dejamos hacer hasta que el caldo espese, pero no más de 3 ó 4 minutos.
Se sirve bien caliente con perejil fresco espolvoreado por encima y con abundante provisión de pan para mojar la salsa.