La alfilada asturiana - también llamada Enfilada de Alves - es un dulce típico de la zona que se regalaba o compraba durante la Semana Santa. En la actualidad se puede comprar casi en cualquier época del año aunque continúa la tradición de Pascua.
Hay muchas recetas diferentes. Algunos lo son tanto que no parecen la misma cosa, y es que en Asturias hay casi una receta por cada familia. En lo único que se parecen es en la forma de trenza que se les da y que a veces la gente foránea confunde con trenzas de brioche sin serlo.
INGREDIENTES :
350 gramos de harina de fuerza
100 gramos de azúcar
100 gramos de mantequilla sin sal
50 ml de leche entera
2 huevos (+1 yema para dorar la trenza)
1 cucharada de orujo asturiano (sirve también el anís o cualquier otro licor dulce)
10 gramos de levadura seca de panadería (si la tenéis fresca serían 30 gramos)
1 pellizco de sal
En primer lugar vamos a engordar los hongos de la levadura. Como consumen azúcar (también les viene bien la lactosa de la leche) y emiten dióxido de carbono y alcohol, metemos los 10 gramos (2 cucharaditas) en la leche templada y si queremos que engorden aún más disolvemos también una cucharadita de azúcar. Si la levadura que tenéis es la seca, con esta operación primero se hidratará y luego comenzará a crecer y activarse. Es muy recomendable que lo hagáis de esta manera, dejándola al menos durante media hora.
En un bol incorporamos los huevos y el azúcar. Batimos hasta que blanqueen (emulsionen). Una vez esto ocurra añadimos el orujo asturiano.
Incorporamos el fermento que habíamos hecho activar con la leche y batimos para que se integre bien.
Añadimos 1 pellizco de sal - esto solo sirve para potenciar el dulzor de la masa - y la harina, poco a poco y sin dejar de batir, previamente tamizada para eliminar grumos.
Trabajamos la masa con una cuchara de madera hasta que sea difícil hacerlo. Es el momento de sacarla del bol y colocarla sobre el mármol de la cocina previamente enharinado, amasándola durante media hora.
A mitad del amasado añadimos la mantequilla a punto pomada - temperatura ambiente, aún solida pero muy maleable - y trabajamos para que se integre bien.
Pasada la media hora de amasado procedemos a dejarla en un sitio cálido, tapada con un paño de algodón o un film de plástico, para que crezca al doble de su volumen. Tomará alrededor de 2 horas.
Transcurrido el tiempo sacamos del bol donde ha estado confinada y amasamos unos 5 minutos. Dividimos la masa en tres cilindros alargados iguales para, como ya suponéis, hacer una trenza. Alguna gente hace trenzas como si fuera un peinado y otros simplemente retuercen un cilindro continuo de masa sobre si mismo.
Depositamos la trenza obtenida en la bandeja del horno cubierta por un papel de hornear y cubierta por un paño la dejamos crecer de nuevo al doble de su volumen. De nuevo tardará unas 2 horas y al cabo de ese tiempo veréis como toma una forma muy bonita.
Si queréis que quede bien dorada la pintáis con la yema de un huevo.
Precalentamos el horno a 180 grados y la horneamos durante 30 minutos, hasta que se vea bien inflada y dorada.
Se deja enfriar y a disfrutar.