Mousse de chocolate vegano



Tanto si practicas el veganismo como si padeces algún tipo de alergia o intolerancia (al huevo o a la leche de origen animal) la mousse de chocolate suele ser un alimento que te está vedado. Al chocolate se le añade leche o nata al fundirlo, a veces también un poco de mantequilla, además de clara de huevo montada. No obstante existen alternativas con alimentos de origen vegetal y con muy bajas posibilidades de causar alergias.

INGREDIENTES (4 personas) :

150 gramos de chocolate negro (al 
Un cuarto de vaso (25 ml) de leche vegetal (soja, avena, arroz etc, la que más os guste)
150 gramos de garbanzos secos
1 cucharada de azúcar glass (impalpable)

El día anterior ponemos los garbanzos en remojo para que se hidrante bien. Al día siguiente los lavamos bajo el grifo y los llevamos a una cazuela con un poco de sal (una cucharadita). Los cubrimos con agua de manera que haya unos 2 cm por encima de las legumbres. Hervimos con la cazuela tapada hasta que quedan blandos. Separamos el agua de los garbanzos y una vez ha enfriado a temperatura ambiente los llevamos al frigorífico, a la parte de abajo del mismo que es la más fría. Los garbanzos cocidos se pueden usar para cualquier comida que deseéis.

Ahora vamos a fundir el chocolate. Para ello vertemos la leche vegetal en un bol y le incorporamos el chocolate troceado. Se puede fundir en el microondas o bien al baño maría (introduciendo el bol en una cazuela con agua que llegue a la mitad de la altura del bol y con fuego medio-bajo). Retirad del fuego y dejad atemperar.

Mientras el chocolate funde vamos a montar el jugo de los garbanzos como si fuera la clara de un huevo.  Para ello recomiendo usar una batidora eléctrica con las palas de montar claras. Se tarda unos 5 minutos en montar el jugo de los garbanzos. Una vez lo tenéis, añadid el azúcar glass y batid hasta que quede bien disuelto.

Ahora es el momento de añadir la espuma de los garbanzos con el chocolate. Usad una cuchara de madera e id integrando la espuma con movimientos circulares de arriba a abajo, que no se pierda el aire.

El siguiente paso es llevar la mousse al frigorífico para que se consolide. Con 4 horas será suficiente. 

Y ya tenéis una mousse que sabrá igual que si hubiera sido hecha con nata, cacao y huevos.