Si queréis dar a vuestros hijos - o a vosotros mismos - un helado saludable la mejor opción es el helado de yogur endulzado con un edulcorante. El helado de yogur conserva las mismas propiedades que el yogur natural mientras que usando edulcorante natural salvaguardáis su salud al evitar la excesiva ingesta de azúcar. Es cierto que en esta receta también se añade nata para cocinar, pero sin ella se echaría bastante en falta el componente graso de todo helado. Si os preocupa este hecho, podéis sustituir la nata por leche entera que tiene mucha menos grasa.
Os voy a explicar la manera de hacer helado sin usar heladera. Como sabéis obtener helado de un producto lácteo consiste en adicionar aire y eliminar los cristales de hielo que se forman en el proceso de congelación. Para lo primero se bate el producto a conciencia mientras que para lo segundo el proceso es similar, solo que en lugar de añadir aire lo que se pretende es destruir los cristales que se vayan formando, por lo cual se debe ir haciendo durante el proceso en que el lácteo se va congelando.
INGREDIENTES (para obtener algo más de 1Kg de helado) :
- 750 gramos de yogur tipo griego natural sin edulcorante ni azúcar
- 250 ml de nata para cocinar (18 % de materia grasa)
- 15 gramos de stevia
Vamos a explicar en primer lugar cada uno de los ingredientes.
El yogur griego es igual que el yogur normal solo que se le retira totalmente el suero. Se puede comprar yogur griego en potes de hasta 1 Kg (Mercadona, Lidl) o bien hacerlo a partir de yogur normal.
Para hacer yogur griego a partir de uno normal necesitamos el mismo peso del tipo natural no edulcorado ni endulzado. Si son de tipo potecito - ración individual - el peso es de 120 gramos por cual necesitaréis alrededor de 6. Simplemente debéis hacer un par de agujeros pequeños en la tapa metalizada que los cubren y girarlos (lo mejor es emplear un vaso) para que saquen todo el suero que contienen. Es un proceso largo que puede tomar una hora o más. Una vez tenéis el yogur libre de líquido se debe batir con unas varillas durante un breve espacio de tiempo para aumentar la cremosidad.
Si contáis con un envase grande de yogur y lo queréis convertir en griego necesitaréis una gasa para filtrar el suero. Una vez eliminado todo el líquido aparente, se debe cerrar la gasa y apretar el yogur para que suelte todavía más líquido. De hecho esta es la manera en que tradicionalmente los griegos han obtenido su yogur.
Aunque claro, lo más fácil y rápido será siempre comprar yogur griego...
Respecto al edulcorante, la relación entre el azúcar y la stevia, para un mismo nivel de dulzor es de 1:10. Es decir, por cada 10 gramos de azucar necesitamos 1 gramo de stevia para igualar. Como necesitamos 15 gramos de stevia, esto nos indica que si deseáramos hacer este helado con azúcar se necesitarían 150 gramos de azúcar. No hagáis mucho caso si al probar el yogur una vez introducido el edulcorante lo encontráis demasiado dulce, debe ser así. Cuanto más frío se consume un producto endulzado, más dulce debe ser ya que nuestra capacidad para notar dicho sabor se reduce con la temperatura.
Respecto a la nata, cabe decir que parte del atractivo de un helado lácteo es el componente graso del mismo. Con eso juegan los fabricantes de helados de tipo lácteo para atraer al público : si te dicen que han añadido muy poco azúcar para atraerte con un producto "saludable" lo más probable es que hayan tirado de grasas para compensar que sea menos sabroso. En cambio los fabricantes de helados de "hielo" solo pueden jugar con la cantidad de azúcar y desde luego no están dispuestos a reducirla porque perderían clientela. En lugar de eso enfocan sus productos hacia la población infantil ya que el sabor dulce es el que más atrae a ese segmento de la población (unido al colorido y al merchandise que le puedan añadir a un trozo de hielo azucarado, claro está). Si el tema de la nata para cocinar lo veis excesivo, se puede emplear leche entera cuyo contenido en grasa es bastante menor.
REALIZACIÓN :
En primer lugar batimos - con varillas, varillas eléctricas, batidora de vaso etc - el yogur con la stevia y la nata. Si empleáis una batidora de vaso, que es lo mejor, utilizadla durante 10 minutos para meter todo el aire posible.
Vertéis el resultado en un recipiente rectangular metálico - se le suele llamar heladera - y lo cubrís con un film. Se introduce en el congelador donde se deberá mantener al menos durante 6 horas. Eso sí, cada hora se debe volver a sacar y batir con fuerza con objeto de romper los cristales de hielo. Dichos cristales son los que coesionan el hielo y le dan una tremenda dureza, pero es una característica que no nos interesa en nuestro helado. De hecho al cabo de la 6 horas, dándole una buena batida cada hora, el resultado deberá ser un helado esponjoso que se puede extraer con facilidad de la cubeta, cortar en rodajas o raspar con una cuchara de helados. Si no se puede hacer tal cosa es que algo no está bien.
Por cierto, las bacterias del yogur helado sobreviven de forma mayoritaria a una congelación de -18 grados centígrados. Así que tomar un helado de yogur es casi lo mismo que tomar un yogur convencional. Algo diferente ocurre con los helados que a veces encontráis en algunas lugares de restauración y que en realidad se trata de helados lácteos a los que se ha añadido el sabor "yogur" sin que por ello cuenten con la cantidad suficiente del mismo para heredar sus beneficios.
También es posible añadir sabor al helado de yogur empleando el saborizante que más os agrade : fruta, chocolate etc.
Para hacer yogur griego a partir de uno normal necesitamos el mismo peso del tipo natural no edulcorado ni endulzado. Si son de tipo potecito - ración individual - el peso es de 120 gramos por cual necesitaréis alrededor de 6. Simplemente debéis hacer un par de agujeros pequeños en la tapa metalizada que los cubren y girarlos (lo mejor es emplear un vaso) para que saquen todo el suero que contienen. Es un proceso largo que puede tomar una hora o más. Una vez tenéis el yogur libre de líquido se debe batir con unas varillas durante un breve espacio de tiempo para aumentar la cremosidad.
Si contáis con un envase grande de yogur y lo queréis convertir en griego necesitaréis una gasa para filtrar el suero. Una vez eliminado todo el líquido aparente, se debe cerrar la gasa y apretar el yogur para que suelte todavía más líquido. De hecho esta es la manera en que tradicionalmente los griegos han obtenido su yogur.
Aunque claro, lo más fácil y rápido será siempre comprar yogur griego...
Respecto al edulcorante, la relación entre el azúcar y la stevia, para un mismo nivel de dulzor es de 1:10. Es decir, por cada 10 gramos de azucar necesitamos 1 gramo de stevia para igualar. Como necesitamos 15 gramos de stevia, esto nos indica que si deseáramos hacer este helado con azúcar se necesitarían 150 gramos de azúcar. No hagáis mucho caso si al probar el yogur una vez introducido el edulcorante lo encontráis demasiado dulce, debe ser así. Cuanto más frío se consume un producto endulzado, más dulce debe ser ya que nuestra capacidad para notar dicho sabor se reduce con la temperatura.
Respecto a la nata, cabe decir que parte del atractivo de un helado lácteo es el componente graso del mismo. Con eso juegan los fabricantes de helados de tipo lácteo para atraer al público : si te dicen que han añadido muy poco azúcar para atraerte con un producto "saludable" lo más probable es que hayan tirado de grasas para compensar que sea menos sabroso. En cambio los fabricantes de helados de "hielo" solo pueden jugar con la cantidad de azúcar y desde luego no están dispuestos a reducirla porque perderían clientela. En lugar de eso enfocan sus productos hacia la población infantil ya que el sabor dulce es el que más atrae a ese segmento de la población (unido al colorido y al merchandise que le puedan añadir a un trozo de hielo azucarado, claro está). Si el tema de la nata para cocinar lo veis excesivo, se puede emplear leche entera cuyo contenido en grasa es bastante menor.
REALIZACIÓN :
En primer lugar batimos - con varillas, varillas eléctricas, batidora de vaso etc - el yogur con la stevia y la nata. Si empleáis una batidora de vaso, que es lo mejor, utilizadla durante 10 minutos para meter todo el aire posible.
Vertéis el resultado en un recipiente rectangular metálico - se le suele llamar heladera - y lo cubrís con un film. Se introduce en el congelador donde se deberá mantener al menos durante 6 horas. Eso sí, cada hora se debe volver a sacar y batir con fuerza con objeto de romper los cristales de hielo. Dichos cristales son los que coesionan el hielo y le dan una tremenda dureza, pero es una característica que no nos interesa en nuestro helado. De hecho al cabo de la 6 horas, dándole una buena batida cada hora, el resultado deberá ser un helado esponjoso que se puede extraer con facilidad de la cubeta, cortar en rodajas o raspar con una cuchara de helados. Si no se puede hacer tal cosa es que algo no está bien.
Por cierto, las bacterias del yogur helado sobreviven de forma mayoritaria a una congelación de -18 grados centígrados. Así que tomar un helado de yogur es casi lo mismo que tomar un yogur convencional. Algo diferente ocurre con los helados que a veces encontráis en algunas lugares de restauración y que en realidad se trata de helados lácteos a los que se ha añadido el sabor "yogur" sin que por ello cuenten con la cantidad suficiente del mismo para heredar sus beneficios.
También es posible añadir sabor al helado de yogur empleando el saborizante que más os agrade : fruta, chocolate etc.