Esta receta procede de la Toscana italiana, una de tantas que emplea el arroz como base para la confección de tortas, pasteles y postres.
La diferencia de la carrarina es que es la más fácil de hacer. Como su nombre indica, esta versión procede de Carrara, una ciudad de la costa toscana famosa desde la antigüedad por sus canteras de mármol.
Hay varias particularidades a reseñar. La primera es la ingente cantidad de huevos que emplea (10). Pues bien, hay algunas recetas que señalan que se debe emplear hasta 20 (!) huevos, así que seríamos conservadores en este aspecto.
Como sabéis a más huevos se emplean más azúcar se debe disponer, por lo que las calorías se dispararían.
Otro tema importante es la forma de batir los huevos. Se debe hacer durante 20 minutos para que tomen el máximo de aire posible. Si no lo hacéis así el pastel quedará demasiado tosco y pesado.
Suelo emplear una batidora de vaso a velocidad media o el utensilio de batir del robot para que no se haga una tarea tan pesada.
Otro tema importante es la manera de cocinar el arroz. A pesar de llevar leche y arroz, el segundo no se cuece en la primera - como si fuera arroz con leche - sino que se hace en agua. Esto es importante porque el almidón que desprende el arroz no se ingiere directamente en el pastel, sino que se descarta con el agua de cocción.
INGREDIENTES (4/6 personas) :
- 150 gramos de arroz
- 10 huevos grandes (mejor XL)
- 1 litro de leche (podéis optar por semidesnatada)
- 350 gramos de azúcar + 4 cucharadas de azúcar para hacer el caramelo
- 100 ml de sambuca *
- La piel rallada de un limón (sin la parte blanca que amargaría)
- Mantequilla
* El sambuca es un licor italiano que se obtiene del orujo de la uva. Es similar al pastís francés, el arak libanés, el ouzo griego o el raki turco. Si no podéis encontrar se puede emplear anís o algún licor dulce.
En primer lugar hervimos el arroz en abundante agua con un pellizco de sal. Cuando esté al dente lo retiramos, escurrimos y dejamos que se enfríe al menos mientras preparamos el resto de ingredientes.
Hervimos la leche a la que añadimos el medio vaso de licor, la piel rallada del limón y el azúcar. Removemos hasta que el azúcar se disuelve. Retiramos y dejamos reposar para que se ponga tibia.
Batimos los 10 huevos durante al menos 20 minutos para que tomen el máximo de aire posible. Dejamos reposar.
Precalentamos el horno a 180 grados.
Ahora vamos a preparar el molde. Se suele emplear uno de tipo metálico. En el fondo vertemos las cuatro cucharadas de azúcar y unas gotas de zumo de limón. Ponemos sobre el fuego para que el azúcar se caramelice y a continuación, ya fuera del fuego, engrasamos con mantequilla las paredes internas para que sea fácil desmoldar.
A continuación vamos a montar el pastel. En primer lugar colocamos sobre el fondo el arroz. Seguidamente vertemos la leche tibia con los saborizantes y después los huevos batidos. Removemos con una espátula para que se mezclen bien y directo al horno, donde deberá permaner alrededor de una hora y cuarto, más o menos (para comprobar que está hecho clavaréis un palillo en el centro y si sale seco, ya está listo).
Se extrae del horno, se desmolda cuando esté tibio y se enfría en el frigorífico ya que raramente se toma en caliente.