El pollo a la canilla es una especialidad gaditana creada hace relativamente poco en un restaurante local. Fue tal su éxito que se ha convertido en una comida muy popular tanto en Cádiz como en el resto de España.
Se trata de pollo adobado en vino amontillado que luego se fríe en aceite para quedar muy crujiente por fuera y jugoso por dentro.
INGREDIENTES (4 personas ) :
- 1 Kg de pollo cortado como si fuera a hacer al ajillo. Lo mejor es emplear contramuslo con la piel, aunque también se puede hacer con trozos de pechugas, siempre pequeños
- Vino de Jerez amontillado (no se puede hacer con otro tipo)
- 1 cabeza de ajos
- 2 guindillas
- 2 ó 3 hojas de laurel
- Sal
- Aceite virgen extra de oliva
En primer lugar colocamos el pollo en un recipiente en capas alternadas de laurel, guindilla y la mitad de los dientes de ajo de la cabeza, estos últimos con una incisión o directamente partidos por la mitad. También se debe salar.
A continuación vertemos el vino amontillado hasta que cubre todo el pollo. Llevamos al frigorífico y mantenemos al menos durante 24 horas.
Transcurrido el tiempo sacamos el pollo del adobo y dejamos escurrir. Calentamos el aceite a punto de humear, siendo además necesario que haya la cantidad suficiente para que cubra las piezas durante la fritura.
Primero freímos la media cabeza de ajos restante, sin necesidad de pelar los dientes ni separarlos de la cabeza. Cuando han quedado fritos introducimos los trozos de pollo y dejamos hacer hasta que queda bien dorado y crujiente. Esto ocurrirá rápido porque el aceite está bien caliente, pero el interior quedará jugoso. Si tenéis una freidora en casa con control de temperatura, haced el pollo a 190 grados.
Se sirve bien caliente y lo saláis de nuevo. Está de lujo como dicen en la zona.