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Pollo "Pota Blava" al horno

 

Foto : pollo potablava en la
granja-restaurante
 de Can Castellví (La Rierada, Molins de Rei)

Más de uno consideraréis que poner pollo en la mesa de Navidad es un poco "simple". Esto podría ser cierto para los pollos convencionales pero el que os propongo, el pollo de pata azul, es el emperador de las aves.

El Prat del Llobregat es una ciudad muy cercana a Barcelona conocida sobretodo por el aeropuerto internacional que alberga. El Prat se encuentra en una fértil llanura regada por el delta del Llobregat y desde siempre ha sido el principal suministrador de productos hortofrutícolas del barcelonés. Aún hoy día, a pesar del acoso inmobiliario e industrial, hay grandes extensiones de terrenos dedicados a los cultivos que producen verduras muy apreciadas por el consumidor. El pollo raza prat procede de dicha zona y es el único que cuenta con denominación de origen. Es una variedad obtenida por cruce natural con razas procedentes de la comarca catalana del Vallés y de Francia. Existen dos variedades. La primera tiene un plumaje de coloración espectaculas y la otra es completamente blanca. Se cree que hubo una variante negra hoy en día desaparecida. La nota más llamativa de su fisonomía es la coloración azulada de las patas y dedos que le han dado el apodo que todos los consumidores utilizan : potablava (pata azul en catalán).

La carne es exquisita gracias a la alimentación a base de grano y legumbres (soja) y la crianza en semilibertad en suelo. Por eso la receta que recomiendo es de un pollo entero simplemente al horno, sin siquiera relleno, para así degustar la delicada suntuosidad de la carne. En Navidad se suele consumir el capón potablava aunque su precio es todavía más elevado.

INGREDIENTES :

  • 1 pollo de 3 Kg aproximadamente
  • Manteca de cerdo
  • Sal
  • Pimienta negra molida

Lavamos el pollo por fuera y por dentro. Salpimentamos a gusto. Con la manteca de cerdo en pomada frotamos todo el exterior y metemos al horno durante hora y media a 200 grados. Tambiés es posible realizarlo a más baja temperatura, 120 grados, durante unas 4 horas. Si optáis por la opción "lenta", para darle el toque final dorado se aconseja cubrir las pechugas con papel aluminio y elevar la temperatura a 200 grados durante media hora.

Como véis, la simplicidad más absoluta, que es la mejor manera de degustar los manjares más exquisitos.