Esta receta es muy típica del archipiélago canario. Se sirve con motivo de grandes celebraciones o cuando hay muchos comensales a la mesa el fin de semana.
El gofio es el alimento de referencia en las islas Canarias. Consiste en la harina tostada de diversos cereales, siendo los más comunes el trigo y el millo (maíz). Con el gofio se pueden hacer cualquier tipo de receta, incluyendo postres y su uso es parecido al que hacen los italianos del norte con la polenta. En este caso lo vamos a emplear como acompañamiento.
INGREDIENTES (6/8 personas) :
Para el asado :
- 1 jamón de cerdo de 2Kg aproximadamente
- 1 vaso de caldo de carne o ave
- 1 vaso de vino blanco
- 3 dientes de ajo
- 1 Kg de patatas
- Sal
- Pimienta
- Manteca de cerdo
Para el gofio escaldado :
- 250 gramos de gofio de millo
- 1 litro de caldo de pollo
En primer lugar frotamos la pierna con sal, pimienta y un diente de ajo. Una vez hecho esto hacemos una docena de cortes en la misma y en ellos metemos láminas de ajo. Para que quede con un aspecto más vistoso se le suele hacer un enrejado sobre la piel, simplemente marcándolo con un cuchillo. Se pinta con manteca para que la piel quede bien crujiente.
A continuación depositamos la pierna dentro de una cazuela grande que pueda ir al horno, con un vaso de caldo y otro de vino. Esto servirá para que con la mezcla de ambos líquidos con la grasa que vaya cayendo se vaya regando la carne.
Precalentamos el horno a 190 grados e introducimos el jamón durante una hora y media, aproximadamente, dándole la vuelta a mitad de horneado. Si tenéis termómetro de cocina, al clavarlo en el centro deberá marcar 80 grados para indicar que ya está hecho. En caso contrario la piel se mostrará dorada y crujiente.
Si queremos que tenga un exterior bien dorado le damos al gratinador durante 10 minutos por ambos lados antes de finalizar.
La pata se saca a la mesa y se corta en presencia de todos los comensales.
Para hacer el gofio escaldado simplemente hervimos el caldo de pollo con sal y lo vamos agregando al gofio sin dejar de remover con las varillas para que no haga grumos. Cuando espesa, hasta convertirse en una especie de puré espeso, se sirve al lado del asado para que el comensal se sirva a su gusto.