El Southern Fried Catfish es un plato clásico del sur de Estados Unidos. Se realiza con pez gato que, para quienes no lo conozcan, es un pescado de río enorme que puede alcanzar los 25 Kg de peso y se caracteriza por una especie de bigotes parecidos a los que poseen los gatos, de ahí el nombre. Prácticamente ocupa todas las cuentas centrales y este de los Estados Unidos, aunque en Europa también existen especies de la misma familia.
Estos bigotes le sirven al pez para localizar eléctricamente a las presas, ya que suele cazar en aguas turbias por la presencia de lodo en suspensión. No obstante a menudo caza presas lejos del fondo, no siendo raro que incluso capture ranas o más raramente pájaros que se encuentran apoyados en una rama fuera del agua aunque sobre la misma.
El pez gato posee una presencia imponente, lo cual lo ha hecho muy popular entre los pescadores deportivos. Tanto es así que a menudo, de forma ilegal, han poblado con los mismos ríos, lagos y embalses allí donde no existían previamente, asegurándose disponer de ejemplares para pescar.
Esto ha supuesto un problema ya que debido a su tamaño y ferocidad han conseguido desplazar a especies autóctonas e imponerse en la cumbre de los depredarores fluviales de la zona. Es lo que se llama una especie invasora. Sin ir más lejos, estos silúridos fueron introducidos en el río Ebro y más concretamente en el pantano de Mequinenza. Allí se han convertido en especie invasora y en gran manera dominante del ecosistema. Como no hay mal que por bien no venga, hacia el lugar se desplazan pescadores de toda Europa solo por la posibilidad de pescar uno de estos magníficos ejemplares. Al menos algo de turismo han generado.
El pez gato es comestible pero su carne tiene un problema. Al vivir en habitats con mucho limo, suele tener un cierto gusto a fango. Para evitar esto, lo que se podría hacer sería pescarlos, mantenerlos vivos y llevarlos a una piscina con agua limpia y clara para que en un par de semanas perdiera dicho sabor. Evidentemente también perdería peso, ya que no se le ha de dar de comer mientras dura el proceso depurativo. Es lo que se suele hacer con las carpas que se sirven en las mesas navideñas en toda Europa Central. El problema es que es muy difícil, por no decir imposible, manejar un pez gato vivo que pese más de 20 Kg (la carpa, como mucho, alcanza los 5 Kg). Por esta razón existen psicifactorías, sobretodo en Estados Unidos, donde con aguas cristalinas se evita el indeseado sabor. No se suelen vender peces gatos completos, si no filetes del mismo.
En España no es costumbre comer pez gato, pero esta preparación se puede realizar con Tilapia, Bacalao, Pargo e incluso con Trucha. Luego veremos los pros y contras de estas otras especies en relación a esta receta.
Me diréis que esta receta, sin acceso a pez gato, está un poco fuera de lugar. Aquí lo más importante no es el pescado en sí, si no la preparación que puede aplicarse a otras variedades y presentarlas de un modo original y más apetitoso.
INGREDIENTES (4 personas)
- Filetes de pez gato (aproximadamente 4)
- 1 taza de harina de maíz
- 1 taza de harina de trigo
- 1 cucharadita de sal
- 1 cucharadita de pimienta
- 1 cucharadita de ajo en polvo
- 1 cucharadita de pimentón dulce
- 1/2 cucharadita de pimienta cayena (opcional para un toque picante)
- 1 huevo
- 1 taza de leche
- Aceite vegetal para freír (girasol, maíz, canola etc)
Enjuagamos los filetes de pescado y los secamos bien con papel de cocina. Reservamos.
Ahora vamos a preparar el condimento.
En un bol, mezclamos la harina de maíz, la de trigo, sal, pimienta, ajo en polvo, pimentón y pimienta cayena (o usad pimentón picante, al gusto)
En otro bol, batimos el huevo y mezclamos con la leche.
Pasamos cada filete de pescado primero por la mezcla líquida y luego por la mezcla de harina, asegurándonos de cubrirlo completamente.
Calentamos una cantidad suficiente de aceite en una sartén grande a fuego medio-alto.
Freímos los filetes de pescado durante unos 5-6 minutos por cada lado, o hasta que estén dorados y bien hechos por dentro.
Colocamos los filetes de pescado fritos en un plato con papel de cocina para que absorba el exceso de aceite.
Servimos bien calientes, tal cual o acompañados de verduras, patatas fritas y si se quiere alguna salsa.
Se puede preparar también con :
Tilapia: Es un pescado de agua dulce que se adapta bien a los rebozados y frituras.
Trucha: Tiene un sabor suave y funciona bien con esta receta, pero tiene el inconveniente de tener bastantes espinas.
Bacalao fresco: Un pescado con una textura firme que se sostiene bien al freír y bastante libre de espinas sobretodo en la zona del lomo (la de cola tiene demasiadas).
Pargo: Otra alternativa excelente, ya que su carne es firme y tiene un sabor delicioso.