Una de esas recetas que aparecen en las mesas elegantes y sofisticadas por estas fechas. En cualquier caso es muy fácil de hacer, tiene una presentación impactante y está muy buena.
INGREDIENTES (4 personas)
Para el Magret de Pato:
- 2 pechugas de magret de pato grandes
- Sal y pimienta al gusto
Para la Salsa de Frutos Rojos:
- 1 vaso lleno de frutos rojos (fresas, frambuesas, arándanos, etc.), frescos o congelados
- 1/4 vaso de azúcar
- 1/4 vaso de vinagre balsámico
- 1/2 vaso de caldo de pollo
- Sal y pimienta al gusto
Primero vamos a preparar el magret (que no es más que la pechuga del pato, pero dicho en francés que queda como más fino).
Realizamos cortes en la piel del magret en forma de rombos (sin llegar a la carne). De esta manera cuando lo cocinemos la grasa saldrá. El pato tiene mucha grasa, bastante más que el pollo pero menos que la oca, porque le sirve para aislar del agua. De hecho, aunque pueda parecer increíble, los patos que nadan en los estanques están más secos que las aves que vuelan por el cielo. El agua resbala por sus plumas y jamás penetra hasta la piel. Por si esto no fuera suficientemente portentoso, sienten hasta "calor" mientras flotan en el agua. Esto último se lo deben a esa capa de grasa que en algunos países se utiliza hasta para cocinar.
Sazonamos las pechugas con sal y pimienta al gusto por ambos lados, frotando bien.
Calentamos una sartén a fuego medio-alto.
Colocamos las pechugas de magret con la piel hacia abajo en la sartén caliente. Esto es muy importante, siempre por el lado de la piel primero.
Cocinamos durante 6-8 minutos para obtener una piel crujiente. Volteamos y cocinamos el otro lado por unos 4-5 minutos para que estén en su punto (o más tiempo si se prefiere la carne más cocida).
Retiramos las pechugas de la sartén y las dejamos reposar 2 minutos antes de cortarlas en rodajas finas, evitando que se enfríe.
Ahora vamos a preparar la Salsa de Frutos Rojos:
En la misma sartén donde hemos hecho las pechugas, agregamos los frutos rojos y el azúcar. Cocinamos a fuego medio hasta que los frutos rojos se ablanden y el azúcar se disuelva.
Agregamos el vinagre balsámico (el de Módena o de otro lugar) y cocinamos por unos minutos para reducir la mezcla.
Añadimos el caldo de pollo y cocinamos a fuego lento hasta que la salsa espese ligeramente.
Probamos la salsa y salpimentamos para que queden a nuestro gusto.
Ya podemos emplatar.
Cortamos las pechugas de magret en rodajas finas (si no lo habéis hecho antes) y las servimos en platos individuales o en una fuente.
Vertemos la salsa de frutos rojos sobre las pechugas o la servimos por separado en una salsera. También queda muy bien reservar algunos frutos rojos en crudo para decorar la bandeja o los platos.
Las guarniciones más habituales son el puré de patatas, o el risotto o vegetales asados según tus preferencias.
Está muy bueno, incluso para aquellos que no gustan de los platos agridulces.