La Proja puede ser considerada un pan de maíz que sirve de acompañamiento, al modo de la polenta. La Projara (observad la "ra" final) es una evolución de la anterior, enriquecida con leche y yogurt para hacerla más nutritiva pero sin llevar ni una pizca de azúcar por lo cual, a pesar del aspecto de bizcocho, se suele servir acompañada o salpicada de trozos de pimiento o tomate, queso feta o cebolla confitada.
Es un alimento muy habitual en la cocina serbia, con una valoración superior al que tiene el simple pan, para ser utilizado como soporte a alimentos salados o, añadiendo algunos "tropezones" salados, ser comido tal cual.
INGREDIENTES:
- 2 vasos de harina de maíz
- 1 vaso de harina de trigo
- 1 vaso de yogurt
- 1 vaso de leche
- 1/2 vaso de aceite vegetal (girasol, por ejemplo)
- 3 huevos
- 1 sobre de levadura en polvo (20 gramos de levadura química)
- Sal al gusto
- Opcional: queso feta desmenuzado, pimiento rojo picado, cebolla picada
Precalentamos el horno a 180°C (350°F). Engrasamos y enharinamos un molde para hornear cuadrado o rectangular no muy profundo (la projara no suele tener un grosor mayor de 5 cm).
En un bol grande, mezclamos la harina de maíz, la harina de trigo y la levadura química.
Agregamos el yogurt, la leche y el aceite vegetal a la mezcla de harina. Mezcla bien.
Rompemos los huevos en un bol aparte, los batimos ligeramente y agregamos a la mezcla. Mezclamos hasta obtener una masa homogénea.
Añadimos media cucharadita de sal.
Si se desea, se puede agregar ingredientes adicionales como queso feta desmenuzado, pimiento rojo picado o cebolla picada para darle más sabor.
Vertemos la masa en el molde preparado.
Horneamos durante aproximadamente 30-40 minutos, o hasta que esté dorado en la parte superior y al insertar un palillo este salga limpio.
Retiramos del horno y deja enfriar antes de cortar en porciones.
La projara puede ser enriquecida con muchos ingredientes diferentes, desde trozos de jamón o queso hasta cualquier vegetal que se os ocurra.
Como sabéis el maíz no contiene gluten por lo que cualquier bizcocho o pan que se haga con el mismo no va a subir demasiado a menos que añadáis levadura química (y aún así, tampoco). Por eso es apto para celíacos e intolerantes al gluten.