El día de los Reyes Magos, más propiamente dicho la festividad de la Epifanía, se celebra el 6 de Enero por una razón que poco tiene que ver con la cristiandad.
Los primeros cristianos, en su ansia por eliminar o hacer olvidar las fiestas paganas, hicieron coincidir aleatoriamente las propias con las existentes. Así el nacimiento de Jesucristo se situó el 25 de Diciembre por coincidir con fiesta pagana del Sol Invicto mientras que la Epifania coincidía con el doceavo día tras la misma, ya que doce son los meses del año y en cada uno de ellos los romanos realizaban ofrendas para garantizar la fecundidad de la tierra.
La única mención que existe de los Reyes Magos se encuentra en el Evangelio de San Mateo, donde se dice que unos magos (nada de que fueran reyes) llegaron a Jerusalén y pidieron ver al Rey judío que acababa de nacer en Belén de Judea. Tampoco se especifica el número de los mismos y en cuanto al término "magos" existe la posibilidad que se tratara de un error en la transcripción al griego de la Biblia, de la cual por cierto está plagada. Un "mago" en Persia era un astrólogo, una especie de combinación entre astrónomo y adivinador, y por tanto muy anatemizado por la religión judía. Por tanto, lo más probable, es que se tratara de sabios o estudiosos cuya denominación en griego, también era "mago".
El número de tres se estableció mucho más tarde, entre los siglos III y IV, en correspondencia con los regalos que portaban. Si estos eran oro, incienso y mirra, los antiguos imaginaron que cada rey portaba uno de ellos. Lo de que uno fuera de cabello y barba cana, otro rubio y el tercero de raza negra surgió también por esa época y la razón está llena de simbolismo. Cada uno de ellos representa a los grandes continentes o razas conocidas por esa época.
El mago de pelo y barba blanca (Melchor) representaba a Europa. El rubio Gaspar a los semitas o asiáticos y Baltasar a los africanos o descendientes de Cam. Seguramente en la actualidad los asiáticos se habrían representado con los ojos rasgados pero por aquella época muy poca gente había visto a alguien con esas características físicas que hoy asociamos con chinos y orientales en general. Así que la simbología es clara: toda la Humanidad conocida rendía pleitesía al Rey de los Judios en su clara aspiración de convertirse en una religión universal.
En algunas variantes del cristianismo tal representación simbólica es diferente, si es que siquiera existe. Así los armenios hablan de doce magos y otros de solo dos.
La costumbre de que los Reyes Magos fueran portadores de regalos para los niños se inicia en España en el siglo XIX a imitación de los países europeos que en su gran mayoría eligen para tal función a San Nicolás, generalmente el día 24 o 25 de Diciembre. Excepciones a tal "norma" ocurren en los Países Bajos, donde los regalos los trae Sinterklaas el 5 de Diciembre, en Italia donde es una bruja llamada Befana la que aún resiste a Santa Klaus y en Grecia o Rusia donde la fecha de entrega suele fijarse en el Año Nuevo ortodoxo.
Otros países donde existe la costumbre de los Reyes Magos son México y Cuba, entre otros también hispanoamericanos.
Volviendo a los errores de traducción de la Biblia, cabe indicar que ésta fue escrita en un griego malo, propio de una región limítrofe del Imperio Oriental. De ahí que no quede claro a qué se refería exactamente con el término "mago". Otro posible error en la traducción se da en el mismo Evangelio de San Mateo cuando se habla de la virginidad perpétua de la Virgen María. Parece ser que la traducción fue un error, de manera que una errata habría dado pie a que se convirtiera en uno de los pilares de la fe católica y cualquiera que por lógica la negara, en un hereje.
De errores de traducción están llenas las enciclopedias. Así alguien tradujo el Canal de La Manche al castellano por Canal de La Mancha cuando "manche" quiere decir en realidad "manga". El traductor de golpe relacionó las tierras del Quijote con el estrecho que separa Francia de Inglaterra.
Aún hoy en día es bastante común que el termino en inglés "misery", que se usa con bastante asiduidad en canciones inglesas, se traduzca fuera de contexto como "miseria" en lugar de "tristeza", que sería lo correcto. Más de una vez he visto que "I feel misery" se traducía como "Siento miseria"...
En cuanto a las tradiciones culinarias de la Epifanía son varias, pero en España y creo que en México es común degustar un roscón donde se esconde una o varias figurillas. En Francia se realiza la Galette des Rois que es de confección más sencilla. En Francia la tradición de llevar regalos a los niños se sitúa el 25 de Diciembre por parte del Pare Noël pero la Epifanía también se celebra y en la mayoría de los hogares nunca falta la Galette des Rois.
ROSCÓN DE REYES
Esta es la receta tradicional y auténtica para el Roscón de Reyes. El secreto del roscón es el amasado, la fermentación - algunos utilizan doble fermentación, otros triple - y el horneado. Un fallo en cualquiera de estas fases y tendremos una especie de pan duro e incomestible. Por eso seguir exactamente los pasos que os indico y todo saldrá a la perfección.
INDREDIENTES (8 personas)
- 1 Kg de harina para bizcochos
- 250 gramos de azúcar
- 5 huevos grandes (tipo XL/A)
- 50 gramos de levadura fresca de panadero (se puede emplear del tipo seco, en este caso 15 gramos, pero advierto que la levadura fresca da un sabor especial y mejor que no tiene la seca)
- 200 gramos de mantequilla
- 1 cucharada de agua de azahar
- 6 cucharadas de leche
- 2 cucharadas de agua
- 2 cucharadas de licor (ron, cazalla, orujo, aguardiante etc)
- Un pellizco de sal
Para decorar :
- frutas escarchadas variadas (corteza de naranja, de sandía, guindas etc) o almendras fileteadas
- Azúcar glas
- Yema de huevo
Para rellenar (opcional) :
- Nata montada
- Crema pastelera
- Trufa
- Cabello de ángel
- Mazapán etc...
- En primer lugar recomiendo disolver la levadura en las seis cucharadas de leche y las dos de agua que previamente habremos calentado ligeramente en el microondas en un bol grande. El líquido debe estar tibio pero no caliente o la levadura moriría. La disolvéis con vuestros dedos y la dejáis actuar durante 15 minutos.
- A continuación se añade poco a poco la harina, los huevos batidos, el agua de azahar, el licor y el pellizco de sal y se va amasando para que quede una masa compacta y sin grumos. Esta fase es importante porque un amasado contundente permitirá que el gluten se expanda correctamente y nos quede un rosco flexible y esponjoso. Si tenéis una máquina o robot con función de amasado utilizadlo.
- Cuando ya tenemos una masa homogénea añadimos poco a poco la mantequilla que hemos puesto al punto de pomada en el microondas. Es mejor hacerlo poco a poco y amasar hasta que desaparezca cada porción que hemos añadido. Una vez hecho esto, tapamos el bol con un trapo de algodón y lo dejamos en un lugar fresco, seco y en penumbra hasta que la masa triplica más o menos su tamaño inicial. Esto significa que la levadura está consumiendo los azúcares y genera el aire necesario para hinchar la masa. El proceso de fermentación puede durar unas 2 ó 3 horas, así que paciencia.
- Una vez tenemos la masa fermentada, se vuelve a amasar con contundencia y se le da forma de rosco. Lo que suelo hacer es un cilindro largo y grueso que luego uno por el extremo.
- Coloco el rosco en una bandeja que pueda ir al horno sobre un papel vegetal para hornear. Encima adorno con la fruta escarchada o las almendras e introduzco una sorpresa. Cada año suele ser el mismo Rey Mago (Gaspar) que es una pieza cerámica de un centímetro de altura. Aguanta bien la temperatura, aunque me siento algo culpable por hornear siempre la misma figura. Tal vez sea la razón de que los Reyes no sean generosos conmigo.
- Antes de hornear dejamos reposar el rosco otro par de horas. El rosco volverá a fermentar y "crecer", por tanto haced el agujero interior lo suficientemente grande o se cerrará dando un aspecto de pan redondo más que de rosco. Pintadlo con la yema de huevo para que quede dorado.
- Precalentad el horno a 180 grados, calor arriba y abajo, posición media. El horneado debe durar aproximadamente 20 minutos o hasta que se dore. Si veis que se dora en exceso pero sigue blando en su interior porque al clavar un palillo sale mojado, entonces cubrid el rosco con una hoja de papel de aluminio y terminad de hornear durante algunos minutos más.
Si lo queréis rellenar, simplemente lo partís por la mitad y agregáis el relleno de vuestro gusto. Finalmente se deja enfriar y se espolvorea con azúcar glass.
GALETTE DES ROIS
Si en España consumimos tortel de Reyes en Francia y Bélgica tienen su Galette des Rois. La tradición es muy similar a la española : se consume el 6 de Enero y en su interior se oculta un haba de manera que quien la encuentre se debe colocar la corona de cartón que suele acompañarla (si la adquirimos en una "boulangerie", claro está).
La Galette des Rois es mucho más fácil de hacer que el tortel de Reyes español ya que consiste en un hojaldre relleno de crema de almendras. No hay levadura ni por tanto tiempo de espera para que la masa suba. En apenas una hora - de la cual media es horneado - la puedes tener lista. La realización se compone de tres fases :
- Hacer la crema de almendras
- Hacer una crema pastelera convencional
- Mezclar ambas cremas, componer el pastel y hornear
INGREDIENTES (4/6 personas) :
- 2 hojas de hojaldre para hacer la base y la "tapa" de la tarta
- 1 huevo para dorar la tarta
Para la crema de almendras :
- 100 gramos de harina de almendras
- 100 gramos de azúcar
- 50 gramos de mantequilla sin sal
- 1 huevo
Para la crema pastelera:
- Medio vaso (100 ml) de leche
- 1 yema de huevo
- Una cucharada de azúcar
- Una cucharada de harina o maizena
En primer lugar vamos a hacer la crema pastelera. Hervimos la leche y cuando empieza a subir, bajamos el fuego al mínimo. En un bol batimos la yema de huevo con el azúcar y añadimos la harina de trigo o la maizena. Incorporamos esta mezcla a la leche y sin dejar de remover con las varillas dejamos el tiempo suficiente para que espese (con 3 minutos debería ser suficiente). Retiramos y reservamos (no dejéis que se enfríe, cubridla con un paño o mantened en un sitio cálido).
En segundo lugar vamos a hacer la crema de almendras. Se funde la mantequilla y se mezcla con el azúcar. A continuación se añade el huevo y la harina de almendras, batiendo bien.
El siguiente paso es mezclar la crema de almendras con la crema pastelera. Extendemos un hojaldre como base en un molde para tartas y encima extendemos la masa. No os olvidéis introducir un haba seca para "coronar" al Rey de la jornada. Seguidamente cubrimos con el otro hojaldre sellando los bordes con la hoja inferior. Pintamos por encima con el huevo restante de manera que al hornear quede brillante y dorado.
Precalentamos el horno a 180 grados y horneamos durante 30 minutos exactos. Se retirar, se deja enfriar y lista para comer. Está deliciosa.