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Pan de molde inglés


Esta receta es bastante común en Inglaterra. Da como resultado un pan de molde muy levado, con una masa esponjosa y de muy buen sabor que se puede emplear para hacer bocadillos o tostadas. Como es fácil de hacer es habitual que se cocine en los hogares ya que son bastante mejores que los panes de molde que se venden en los supermercados.

INGREDIENTES (para un pan de medio kilo) :

Para el fermento :

200 gramos de harina de fuerza
1 vaso de agua (200 ml)
15 gramos de levadura fresca (o 5 gramos de levadura de panadero seca, ya que la proporción es aproximadamente de 1:3 con la fresca)

Para la masa:

300 gramos harina de fuerza
1 cucharada de miel de abejas
85 gramos mantequilla sin sal a temperatura ambiente (pomada)
10 gramos sal (dos cucharaditas)
100 ml agua (medio vaso de agua)


Como en todo pan con fermento, lo primero que hay que hacer es "engordar" a los hongos que constituyen la levadura. En algunos casos se les da directamente azúcar pero en este caso emplearemos los azúcares que contiene el carbohidrato de la harina. Para ello vertemos el agua tibia en un bol grande, disolvemos en la misma la levadura y añadimos la harina tamizada (200 gramos), mezclando bien. Se deja en un lugar seco y cálido cubierta por un paño hasta que doble el volumen (tardará unas 2 horas).

Si queréis acelerar el proceso se puede meter la masa en el horno a 60 grados, pero debéis vigilar bien ya que doblará bastante rápido y no conviene que se pase de tiempo. 

Una vez tenemos el fermento pasamos a hacer el pan en sí.

Disolvemos la miel y la sal en medio vaso de agua tibia (la calentáis en el microondas). A continuación se añade a la harina (300 gramos). Mezclamos bien.

A continuación añadimos la mantequilla, mezclamos bien, y luego la masa que he hemos levado anteriormente.

Nos untamos las manos con harina y procedemos a amasar el pan durante al menos 30 minutos. Hay que darle una buena paliza. Si tenéis una máquina para amasar, es el momento de usarla. 

Una vez hemos terminado de amasar podemos dejarlo tal cual que leve otra vez o bien dividirlo en porciones más pequeñas (dos panes de 250 gramos, por ejemplo) pero también dejarlo para que doble su volumen.

En un molde rectangular, preferiblemente de silicona y si no tenemos uno rectangular engrasado con mantequilla, vertemos la masa y llevamos al horno precalentado a 180 grados. Como va a subir por el horno, no llenéis hasta el borde.

Es preferible que cubráis el pan con un trozo de papel de aluminio y así se evita que se tueste demasiado. Dejamos durante 40-50 minutos y 15 minutos antes del final se puede quitar el papel de aluminio para que se dore.

El resultado es un pan esponjoso y de un sabor increíble que poco o nada tiene que ver con esos panes de molde que venden y que se te hace una bola en la garganta que no te mata de milagro.