Nuevo libro

Sopa de Trufas Negras

Si queréis impresionar a vuestros invitados desde el minuto cero de la comida o cena Navideña, esta es vuestra receta.

Esta sopa fue creada por el gran chef Paul Bocuse en honor del Presidente francés Valerie Giscard D'Estaing en 1975. Se la conoce también como Sopa de Trufas Negras, Sopa Valerie Giscard D'Estaing, Sopa Paul Bocuse y Sopa de Hojaldre (esta última de forma incorrecta).

Es una sopa muy fácil de hacer pero de presentación muy impactante porque se presenta el cuenco de sopa al comensal cubierto de una cúpula de pasta hojaldre que debe romper para acceder al líquido. Lo de la cúpula de hojaldre no es un capricho snob que simplemente hace atractiva la receta. Sirve en primer lugar para cocinar perfectamente la sopa que se hace al horno, no al fuego. En segundo lugar, si el comensal se limita a romper lo justo para meter la cuchara se conseguirá que la sopa se mantenga caliente - muy caliente - durante toda la degustación. 



La trufa negra es carísima. El kilo está por encima de los 1000 euros. Podéis emplear sucedáneos de trufa que son menos aromáticos pero mucho más baratos (los encontraréis en los supermercados a pocos euros envasados en potes de cristal) o trufa blanca que es más asequible pero aún así de alto precio. Conviene aclarar que se emplea poquísima trufa. Es tan aromática que con muy poca cantidad le basta para dominar la sopa. Si no empleáis trufa negra verdadera, se necesitan unos 25 gramos por cuenco.

INGREDIENTES (4 comensales) :

  • 4 cucharadas de vermut blanco
  • 3 vasos de caldo de pollo
  • 20 gramos de trufas negras verderas o 100 de los sucedáneos
  • 200 gramos de foie gras de ganso o pato
  • Apio
  • Cebolla preferiblemente fresca
  • Zanahoria
  • Champiñones
  • 100 gramos de pechuga de pollo hervida
  • Pasta hojaldre
  • 1 huevo
  • Mantequilla sin sal (1 cucharada)
  • Sal
  • Pimienta negra

Es imprescindible que dispongamos de cuencos cerámicos capaces de soportar la cocción en el horno y que además sean "presentables" puesto que serán servidos directamente al comensal.

En primer lugar picamos fina cebolla, zanahoria, apio y champiñones. En total necesitamos unos 100 gramos de esta picada de verduras. La salteamos con mantequilla y reservamos.

Ahora vamos a montar los cuencos. Incorporamos en cada uno la cucharada de vermut blanco. A continuación distribuimos equitativamente el sofrito de verduras. Luego la trufa cortada en láminas y la pechuga de pollo también en finas láminas. 

La pechuga la podéis cocer en un poquito de caldo de pollo si éste lo habéis comprado hecho o bien utilizar la que habéis empleado en hacer el mismo caldo. Salpimentáis al gusto. A continuación añadimos el caldo de pollo que como he dicho es posible comprarlo hecho o bien hacerlo vosotros mismos. 

Seguidamente cortáis círculos de pasta hojaldre algo mayores que el diámetro del cuenco de manera que puedan ser colocados encima y hagan comba sin llegar a tocar el líquido, teniendo además suficiente tamaño para poder "sellarlo" alrededor. En importante que haga comba porque si lo hiciéramos plano y tensante al subir por acción del calor del horno se rompería. Finalmente pintamos el hojaldre con yema de huevo para que quede brillante.

Finalmente metemos los cuencos en el horno precalentado a 200 grados durante 25 minutos y ya está listo para servir. 

¡Atención! Es una sopa que se come muy caliente, así que deberéis advertir al comensal que al romper el hojaldre puede salir vapor. El hojaldre no es necesario comerlo.

Como véis se trata de una receta de fácil preparación y que además se hace en el horno, con lo cual dejamos libre el resto de la cocina para preparar otros platos.