Nuevo libro

Huevo a la escocesa

Muy populares en el Reino Unido, son la típica comida que se hace para desayunar pero sobretodo para llevar de picnic, en esos raros días en que luce el sol en la campiña de las islas británicas. Consiste en un huevo duro recubierto de carne picada y todo ello rebozado. El huevo se puede hacer con la yema todavía blanda o bien duro, al gusto del comensal.

Así que ya sabéis, si este domingo no se os ocurre qué desayunar, esta puede ser una solución.


INGREDIENTES (4 personas) :

  • 4 huevos 
  • 3 salchichas grandes (butifarras) de unos 150 gramos cada una
  • Harina de trigo blanca
  • Pan rallado (o panko japonés)
  • 1 huevo extra (para rebozar)
  • Aceite de girasol, maíz o canola

En primer lugar vamos a hervir los huevos. Si los queremos duros los herviremos en agua que cubra los huevos con una cucharada de sal y un chorro de vinagre durante 12 minutos (a contar desde el primer hervor). Una vez hervidos los pasáis por agua fría y peláis.

Si los queréis con la yema blanda recomiendo hacerlo de la siguiente manera : 

En una olla con un centímetro de agua - es decir, que el huevo no quedará cubierto ni de casualidad -  la llevamos a ebullición. En ese momento incorporamos los huevos y tapamos la cazuela para que se cocinen al vapor exactamente 6 minutos. Transcurrido el tiempo los llevamos bajo el chorro de agua fría y esperamos un rato hasta que se enfríen del todo. Golpeamos entonces la base ancha del huevo y los pelamos - será muy fácil - reservándolo.

En un bol vertemos la carne de las tres butifarras. Generalmente ya llevan algún saborizante, generalmente ajo y pimienta, pero podéis añadir perejil picado, orégano o lo que queráis para dar a la carne el sabor que más os guste. Con una cuchara de madera rompéis la forma de carne y las mezcláis, para que quede como una masa única.

Ahora agarráis la cantidad de carne que quepa en la palma de la mano y la colocáis sobre un papel film. Con otro papel film aplastamos la bola de carne hasta que quede plana, no muy gruesa, y del tamaño habitual para una hamburguesa.

Colocamos encima el huevo, en el centro, y con ayuda del papel film vamos envolviendo el huevo de manera que quede rodeado completamente por la carne.

Rebozamos el huevo primero en harina blanca, luego en huevo batido para luego envolverlo en pan rallado o panko, al gusto.

Preferiblemente en una freidora de manera que el aceite envuelva del todo al huevo y a una temperatura de 170 grados freímos la pieza durante 5 ó 6 minutos. Si no tenéis freidora se puede usar sartén cuidando de que haya al menos 1 cm de profundidad de aceite y dando la vuelta al huevo para que se haga por todos lados. 

Transcurrido el tiempo sacamos y dejamos reposar sobre papel absorbente unos minutos antes de servir.

Están realmente deliciosos. Comprobaréis que si habéis elegido la opción de conservar la yema líquida, cuando abráis el huevo ésta se distribuirá por el plato o, si vais con cuidado, podréis mojar la misma.