Nuevo libro

Chutney indio de tomate


La palabra inglesa chutney procede del hindi chatni. En la India el chatni se emplea como condimento y acompañante y en ocasiones como primer plato acompañado de tortas crujientes de lentejas. Es más que probable que los árabes aprendieran de los indios esta receta y la llevaran hasta Sicilia donde se convirtió en la agridulce caponata. Por el camino perdió las especias indias que son tan definitorias de su sabor pero que eran extraodinariamente caras en la Edad Media. El deseo de los europeos por alcanzar las especias indias sin cruzar el Imperio Otomano fue el detonante de las expediciones portuguesas alrededor de África y más tarde motivó el viaje de Cristobal Colón a América.

Existen varios tipos de chatni. Los hay de verduras y de fruta. Así tenemos chatni de ajo, de tomate, de pimiento rojo, de coco, mango etc, etc. Todos ellos presentan el contraste entre el dulce del azúcar - o el que aporta la misma fruta - y el agrio del vinagre siempre aderezados con especias.

Es posible encontrar chatni envasado pero es tan fácil de hacer que merece la pena dedicarle unos minutos. Si os gusta la comida India, cuando lo cocinéis y el aroma invada la casa os parecerá que habéis sido transportados de repente a Mumbay o Delhi.

INGREDIENTES 

6/8 tomates grandes maduros
1 cebolla grande morada (tipo "Figueres")
1 pimiento rojo (escalivado)
Medio vaso de vinagre de manzana
Medio vaso de agua (opcional)
2 cucharadas de azúcar moreno
Sal
Pimienta negra molida
Cardamomo
Canela en polvo
Azafrán
Clavo
Chili o ají picante (opcional)

Quitáis la piel y las semillas de los tomates. Escalivais el pimiento rojo - o lo compráis envasado. Picáis fina todas las hortalizas y las lleváis a una cazuela. Hay gente que prefiere hervir las verduras en su propio jugo. Si no lo véis claro, verted el medio vaso de agua además de todo el resto de ingredientes. Para las especias no hay una proporción exacta, pero nunca se utiliza más de media cucharadita de cada. Si queréis hacer un chatni picante, añadid chili, ají picante o tabasco, pero no es necesario. 
Se deja a fuego muy lento hasta que las hortalizas están cocidas y se formado una salsa espesa pero no seca. Hay que ir removiendo para evitar que el azúcar se pegue en la base de la cazuela.
La combinación de cardamomo, azafrán, clavo y canela es imprescindible para dotar a la receta de ese aroma inconfundiblemente indio.