Nuevo libro

Kolokithopita


Una receta muy típica de Grecia que se consume tanto caliente como en frío. Fácil de hacer, sólo requiere hacerse con pasta filo, algo fácil en la actualidad en las grandes superficies.

INGREDIENTES  (4 personas) :

1 kilogramo de calabacines
1 cebolla tierna grande
150 gramos de queso feta
3 huevos
12 hojas de pasta filo
Mezcla de hierbas "griegas" : eneldo, perejil, orégano, perejil... (una cucharada)
Sal
Pimienta
Aceite virgen extra de oliva

En primer lugar si ha comprado pasta filo congelada lo mejor es descongelarla durante toda la noche. Recuerde que al contacto con el aire se seca con mucha facilidad, por lo que siempre se debe mantener cubierta con un paño o bien en el mismo envase donde fue vendida.

Rallamos el calabacín (sin pelarlo) y lo mezclamos en un bol con el queso feta desmenuzado, la cebolla tierna picada, los huevos,  las hierbas aromáticas, un pellizco de pimienta negra molida y otro de sal (recordad que el queso feta es muy salado). Reservamos.

Pintamos con aceite de oliva el fondo de una bandeja honda que pueda ir al horno. Colocamos encima una hoja de pasta filo. Pintamos a su vez la hoja de filo. Colocamos encima otra hoja y así sucesivamente hasta que completemos un total de 6.

Sobre la sexta hoja de pasta filo vertemos la mezcla que hemos hecho de calabacín y feta, entre otros ingredientes.

Pintamos con aceite de oliva una nueva hoja de pasta filo y la colocamos encima. De nuevo otra cepillada de aceite de oliva y nueva capa. Así sucesivamente hasta que colocamos otras 6 capas de pasta filo.

Precalentamos el horno a 180 grados. Introducimos el pastel y dejamos hasta que la parte superior queda dorada, lo que suele ocurrir a los 40 minutos más o menos.

Nota : es importante que prensemos el calabación rallado antes de incorporarle los huevos para eliminar el exceso de agua.

Se puede comer caliente, tibio o incluso frío.