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Mantecado de Avilés para el Lunes de Pascua

 


Supongo que a todos os pasa como a mi, que a menos que los ingredientes que lleva un bizcocho no guarden una relación precisa entre ellos es difícil acordarse de memoria de los mismos. Pues bien, con el mantecado de Avilés eso no os ocurrirá porque la proporción de los ingredientes principales (que son cuatro) es 1:1:1:1. Esto hace mucho más fácil hacer mantecados de Avilés de cualquier tamaño con solo recordar que el peso de la harina, los huevos, la mantequilla y el azúcar es el mismo. Si queréis hacer un mantecado de 1Kg, necesitaréis 250 gramos de cada ingrediente. Pero si queréis uno de 250 gramos, con 60 gramos de cada debería ser suficiente. El límite inferior estará marcado por el peso útil - sin las cáscara - de los huevos, así que no se debería ir por debajo de los 250 gramos de mantecado de Avilés puesto que un huevo de tamaño medio pesa más o menos eso.

Mantecado de Avilés tal y como se vende en Asturias, con el molde habitual (foto de El Comercio)

Otra de las características de este mantecado es que se suele realizar con forma de estrella de cuatro puntas cortas. No añade ni quita sabor, pero es la forma tradicional en que lo encontraréis en las confiterías de la ciudad. Para ello se venden moldes especiales, por si se quiere hacer en casa, los cuales por desgracia no encuentras más allá de la comunidad asturiana (aunque sí se venden por Internet). 

En caso de que los encontréis veréis que hay de diferentes medidas. La razón es que también es posible adquirir mantecados que se han apilado los unos sobre los otros y muy adornados. Esto se debe a que habitualmente son regalados el Domingo de Pascua por parte de los padrinos a los ahijados, al igual que se hace con la Mona el lunes siguiente en diversas zonas del este de España.

Después de todo este rollo, os explico la receta que os va a parecer mucho más sencilla que todo lo anteriormente dicho. No hace falta decir que no es necesario disponer del molde indicado, cualquiera servirá.

INGREDIENTES :

  • 5 huevos
  • 300-350 gramos de harina
  • 300-350 gramos de mantequilla
  • 300-350 gramos de azúcar
  • 1 limón
  • Un pellizco de sal

Para el glaseado :

  • Azúcar glass (impalpable)
  • Agua
  • Zumo de limón

Habréis notado que en la harina, mantequilla y azúcar se da un margen de peso. Esto se debe a la forma de hacer el mantecado. Lo entenderéis enseguida.

En primer lugar debemos cascar los huevos separando la clara de las yemas. Una vez separados los pesamos y el total de la suma imaginemos que da 323 gramos. Pues bien, a partir de este momento el peso de la harina será 323 gramos, el de la mantequilla 323 gramos y claro, el del azúcar igual.

En un bol mezclamos los huevos con la mantequilla a punto de pomada y cuando hace espuma añadimos las yemas una a una, batiendo con las varillas.

Una vez la mezcla está homogénea añadimos la harina tamizada poco a poco, hasta obtener una masa bien integrada. Como no hemos puesto ningún tipo de levadura, vamos a añadir aire montando las claras que hemos separado al principio al punto de nieve.

Para hacer las claras al punto de nieve las batimos con las varillas añadiendo 2 ó 3 gotas de zumo de limón y un pellizco de sal. Estarán listas cuando al dar la vuelta al bol donde las hemos batido no se desprendan.

Añadimos las claras batidas a la masa con movimientos envolventes usando una espátula. Si queréis se puede añadir la piel rallada del limón o incluso esencia de vainilla, pero no es imprescindible.

Vertemos la masa en un molde - el de estrella o cualquier otro - previamente engrasado con mantequilla y lo llevamos al horno precalentado a 180 grados durante 40-50 minutos. Transcurrido el tiempo clavamos un palillo y si sale seco, estará listo.

Extraemos del horno y cuando esté frío desmoldamos.

Ahora vamos a hacer el glaseado. Simplemente mezclaremos alrededor de 200 gramos de azúcar glass con el zumo de un limón - del que ya hemos abusado para montar las claras y puede que para sacar la ralladura, por lo que consumaremos el limonicidio -  y batimos hasta que el azúcar queda disuelto (si el zumo no es suficiente, añadimos agua de cucharada en cucharada). Pintamos con esta mezcla la superficie del mantecado de Avilés, dejamos reposar un rato hasta que el glaseado endurezca y listo para comer, ¿a que es fácil?

Si no queréis montar las claras a punto de nieve por falta de tiempo, se puede emplear levadura química (tipo Royal). Con un sobrecito de 20 gramos bastará.