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Cebollas rellenas de bonito

  


Esta receta, típica de Asturias, se puede hacer bien con bonito o con carne picada aunque la original era con pescado.

No es difícil de hacer si se elige bien el tamaño de las cebollas. Si son demasiado grandes cuesta más ablandarlas pero son más fáciles de vaciar. En cambio las pequeñas se ponen tiernas con facilidad pero son difíciles de vaciar y rellenar. Lo mejor es un tamaño medio de manera que podamos servir un par por comensal, lo cual requiere más o menos una hora de cocción.

INGREDIENTES (4 personas) 

  • 8 cebollas moradas de tamaño mediano
  • 200 gramos de bonito en conserva de aceite de oliva*
  • 50 gramos o una lata pequeña de pimientos morrones
  • 1 huevo (opcional)
  • 1 vaso (200 ml) de tomate triturado
  • 1 vaso de agua o caldo de pescado o vino blanco (lo que dispongáis)
  • 1 diente de ajo
  • Sal
  • Aceite virgen extra de oliva

* Es un valor aproximado. Puede ser que se necesite más o menos, dependiendo del tamaño de las cebollas.

Todas las cebollas deben ser de tamaño mediano pero iguales entre sí. En caso contrario no se harán a la vez.

Lo primero que debemos hacer es escurrir de aceite el bonito para que tenga el menor aceite posible. Reservamos.

Retiramos a las cebollas la capa superficial y las lavamos bien. Hacemos un corte en uno de los extremos para que se apoyen sobre la bandeja sin oscilar. El otro lado también los cortamos pero sin descartarlo, ya que es por ahí por donde vaciaremos la cebolla.

Con la ayuda de una cucharita vamos retirando las capas interiores de las cebollas. Empezamos por el centro y luego vamos hacia la parte exterior, quitando una capa tras otra. Dejamos solo un grosor de la "pared" de  unos 3 ó 5 mm.

Una vez hemos vaciado las cebollas les ponemos un poco de sal en el interior (solo un pellizco).

Las capas que hemos retirado las picamos muy finas y las pochamos en una sartén con aceite de oliva añadiendo además el diente de ajo también picado sin el germen central.

Cuando la cebolla transparente añadimos la mitad del tomate triturado y la mitad de los pimientos morrones. Sazonamos. Dejamos hacer hasta que el sofrito esté hecho. Una vez esto ocurra lo trituramos con la batidora y lo vertemos en una cazuela grande donde calculemos que caben las 8 cebollas. Reservamos.

En la misma sartén donde hemos hecho la salsa incorporamos el bonito desmenuzado, el resto de tomate triturado y el resto de pimiento morrones. Aunque hemos escurrido el bonito seguro que aún tiene aceite, así que es probable que no sea necesario añadir más. Sazonamos. Removemos bien y cuando el tomate esté frito podemos retirar.

Con esta mezcla de tomate y bonito vamos rellenando las cebollas. Hay personas que también le añaden un huevo cocido picado, va a gustos.

Cuando hemos rellenado las cebollas las llevamos a la cazuela y las colocamos, a ser posible prietas entre sí. Luego añadimos agua, caldo de pescado o vino blanco (lo que tengáis a mano) para que las cubra hasta la mitad de altura más o menos.

Llevamos a fuego medio y tapamos la cazuela. Dejamos hacer durante 1 hora o hasta que se ve que están blandas. Si vemos que aún hay demasiado líquido, 15 minutos antes del final retiramos la tapa para que se evapore parte de él. 

Listas para comer, están buenísimas.