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Pastel de Gallo

Hoy aprenderemos dos palabras suecas. La primera es "tupp" y significa "gallo" y la segunda es "kaka" que significa "pastel". Por tanto tuppkaka significa "Pastel de Gallo".

Dice la leyenda que la esposa de un pescador de la isla de Tupparna, al norte de Estocolmo, al ver que su marido regresaba de improviso hizo un pastel rápido con lo que tenía en casa : harina, huevos, mantequilla, azúcar y almendras.

Leyendas aparte, el Tuppkaka es un bizcocho parecido a un Streusel alemán. La gracia del mismo reside en la rapidez de realización - ni levadura ni amasado - y que el resultado, horneado con bastante rapidez, conserva cierta humedad en el centro.

Para realizar tuppkaka es imprescindible disponer de un molde con la base desmontable ya que su fragilidad impide un desmoldado convencional. El mejor es el que se expone debajo, que suele emplearse para realizar quiches, con un diámetro de 22 cm. Ya veréis que es muy fácil de hacer.

INGREDIENTES :

  • 300 ml (un vaso y medio) de azúcar glass (impalpable)
  • 250 ml (una vaso y un cuarto) de harina de trigo
  • 80 g de mantequilla sin sal
  • 2 huevos
  • 50 ml  (un cuarto de vaso) de almendra fileteada

Dada la rapidez de realización es indispensable que precalentéis el horno a 200 grados nada más iniciar la preparación. Es importante que cuando introduzcáis el bizcocho tenga la temperatura adecuada ya que el horneado ha de ser exactamente de 20 minutos y si no tuviera los 200 grados no quedaría bien hecho.

Fundimos la mantequilla totalmente y la batimos con los huevos.

Añadimos la harina tamizada a la mezcla de huevos y mantequilla. Se debe tamizar previamente para evitar grumos. Batimos con fuerza para que quede una masa homogénea y llena de aire. Si tenéis batidora, empleadla.

Engrasamos el molde con mantequilla. 

Vertemos en el mismo la masa y la cubrimos completamente de almendra fileteada.

Introducimos en el horno durante 20 minutos exactos y no hace falta comprobar si queda seco en el centro porque no queda así. De hecho que quede húmedo es lo interesante.

Extraemos, dejamos enfriar y con cuidado retiramos el molde. Listo para servir, a menudo con un poco de nata montada o bien espolvoreando azúcar glass por encima, al gusto.

Hacer este bizcocho no lleva más de 30 minutos, desde la preparación hasta el horneado final. Pocos pasteles pueden presumir de tal rapidez.