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Receta fácil del vino caliente alemán, Glühwein


Estos días empiezan a abrirse los mercadillos alemanes de Navidad. Los hay a miles,  unos o varios por cada pueblo y ciudad, y en ellos se vende de todo, desde comida hasta adornos, luces o guirnaldas. A menudo se montan pequeñas ferias, con norias y otras atracciones para distraer a los más pequeños. Son realmente una de las grandes tradiciones alemanas que han exportado a todo el mundo. Los mercadillos de Navidad americanos e incluso los españoles nacieron como imitación de los alemanes.

La comida que se vende suele ser la típica alemana, donde no faltan las salchichas o las tortitas de patata con compota de manzana, mientras que la bebida que triunda es el vino caliente llamado Glühwein. La mayoría de los adultos circulan por la feria con la bebida en la mano que les sirve para dos cosas : para beber (claro) y para calentar las manos.

El nombre se compone de Wein, vino, y Glüh, una referencia a los hierros calientes con los que se calentaba el vino en la antigua Germania. La pronunciación es español es más o menos "gliu-vain". 

Se vende ya preparada - los anaqueles de los supermercados aparecen llenos de la misma cuando se aproxima Diciembre - pero muchos prefieren hacerla en casa para poder elegir cómo la aromatizan y sobretodo qué calidad de vino quieren emplear. 

Esta bebida, con sus variaciones, está presente en la práctica totalidad de las gastronomías europeas, desde Finlandia hasta España. 

INGREDIENTES (4/6 personas): 

  • 1 litro de vino tinto de cierta calidad 
  • 3 ramas de canela 
  • 1 limón 
  • 1 naranja 
  • 5 clavos de olor 
  • 4 cucharadas de azúcar 

Vertemos el vino en una cazuela a fuego medio-bajo y le incorporamos las ramas de canela, los clavos de olor, el azúcar y la peladura de la naranja y el limón (sin la parte blanca que amarga). Es decir, las peladuras deben ser de toda la piel y tan finas que casi transparenten. 

Cubrimos la cazuela y la dejamos hacer, evitando que hierva, durante 1 hora. A continuación retiramos del fuego y dejamos reposar durante 1 hora adicional. Seguidamente vertemos el vino en otro recipiente retirando los aromatizantes con la ayuda de un colador y si fuera necesario calentamos de nuevo para servir.


Los mercadillos alemanes suelen terminar algo antes del día de Navidad, aunque algunos echan el cierre el 6 de Diciembre, así que si estáis pensando en visitarlos no esperéis a las vacaciones porque entonces ya no quedará nada. Lo mejor es aprovechar el puente de primeros de Diciembre para hacer una rápida escapada. 

Si queréis saber más sobre la gastronomía alemana, sus usos, costumbres y lugares de interés para visitar (uno de los países más bonitos de Europa), podéis comprar nuestro libro "Recetas alemanas esenciales" por menos de 3 euros. Merece la pena.