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Pastel de Patatas

 

Este pastel de patatas se puede emplear como plato principal o como acompañante de otras recetas, generalmente de carne. Consiste de patatas cortadas en rodajas, embebidas en una salsa de nata y encerradas en una masa quebrada (la que no sube). En algunas recetas se hace una variación que consiste en hacer una capa intermedia de carne con lo que se convertiría en un plato principal. En este caso se suele servir con un poco de ensalada.

El resultado es muy elegante, así que va perfecto en cualquier comida festiva.

INGREDIENTES

  • 2 hojas de masa quebrada (tapa y base)
  • 5 patatas
  • 1 vaso (200 ml) de nata para cocinar o montar (18% MG ó 35% MG)
  • 2 dientes de ajo
  • Perejil picado
  • Sal
  • Pimienta negra molida
  • 1 yema de huevo para pintar la masa

La forma tradicional de cocinar este pastel consiste en colocar la patata cruda dentro de una masa, como si fuera una empanada y luego, una vez hechas, se retira la tapa superior para verter una salsa de nata. Esto se hace para evitar que la nata se corte con la temperatura. Para evitarlo lo que vamos a hacer es cocer previamente las patatas y luego el horneado será un mero trámite para hacer el envoltorio. Así la salsa impregnará bien las patatas.

Pelamos las patatas y las cortamos en rodajas, hirviéndolas en agua al ras hasta que están blandas pero aún firmes. Dejamos escurrir y reservamos.

Retiramos el germen verde a los dos dientes de ajo y los añadimos a la nata, juntamente con dos cucharadas de perejil picado. Reservamos.

En una fuente que pueda ir al horno (redonda o cuadrada, es indiferente) colocamos en la base la pasta quebrada, dándole la forma de recipiente.

En el interior vertemos una primera capa de patatas, las salpimentamos, y unas cucharadas de la salsa.

De nuevo otra capa de patatas, salpimentar y nata, así hasta que agotemos el relleno.

Colocamos encima la otra hoja de masa quebrada y cerramos los bordes. Pinchamos con un tenedor para que el vapor del interior salga.

Pintamos el exterior con la yema de huevo para que quede brillante.

Precalentamos el horno a 200 grados y mantenemos hasta que el pastel se muestra dorado y crujiente.

Se sirve muy caliente y es el mejor acompañante de cualquier plato de carne o pescado.

Si lo queréis hacer con carne basta con comprar carne picada, cocinarla y hacer con ella una capa intermedia entre las patatas.