La tostada francesa no es originaria de Francia. Ni siquiera es popular en nuestro país vecino. La tostada deriva de las Torrijas españolas cuya existencia se remonta, al menos de forma documentada, al siglo XV. El nombre probablemente se originó en los Estados Unidos donde se consume principalmente en el desayuno aunque ignoro cómo se produjo el trasvase desde España. Y menos el por qué la llamaron "francesa". No ha sido la primera vez que algo nuestro ha llegado a los Estados Unidos. Los churros son allí muy populares aunque han llegado a través de los inmigrantes sudamericanos en época bastante reciente. Eso sí, los churros han conservado nombre y pronunciación. La tostada francesa es aparentemente muy fácil de hacer pero en realidad conseguir el punto adecuado es algo complejo. La tostada está correctamente hecha cuando el huevo ha cuajado, la tostada no se ha quemado ni desmigado y el sabor recuerda mucho a la crema pastelera. La tostada se puede hacer de sabor neutro (y por tanto apta para coronarla con jamón york, un huevo frito, queso blanco), dulce, para comer tal cual o bien untada en mantequilla, mermelada o gelatina e incluso un tanto salada.
Lo cierto es que es muy energética, muy recomendable para recuperarse de una noche ajetreada. Os proporciono la medida de ingredientes para dos comensales, por si habéis tenido la suerte de levantaros acompañados y además vuestra pareja sea la responsable del cansancio.
INGREDIENTES (para dos tostadas)
2 rebanadas de pan de molde blanco con corteza (para que no se desmigue)
1 vaso de leche entera (250 ml)
1 huevo
1 palo de canela
Mantequilla sin sal
Si la tostada es dulce : una cucharada colmada de azúcar
Si es salada : un pizca de sal
Hervimos la leche con el palo de canela. Retiramos la canela y dejamos enfriar. Batimos el huevo con la leche y añadimos el azúcar o la sal (o bien nada, si la queremos neutra). Mojamos las rebanadas de pan de molde hasta que absorben todo el líquido (dándoles la vuelta si es preciso).
En un sartén antiadherente fundimos una cucharada de mantequilla para freír la tostada. Para ello la sacaremos del plato donde ha sido empapada con una espátula - y mucho cuidado - y la depositaremos en la sartén hasta que esté dorada. Con 45 segundos por lado es suficiente. Para darle la vuelta podéis emplear la espátula o bien, al modo de la tortilla española, darle la vuelta
con la ayuda de un plato. El resultado es una tostada "mojada" y por tanto blanda que al paladar
recuerda poderosamente a la crema. Es probable que a la primera no consigáis el punto adecuado que previamente he mencionado. Es cuestión de ir probando y, como con las crepes, encontrar vuestra propia receta de tostada francesa.