La simplicidad no está reñida con la obtención de postres deliciosos. La serradura portuguesa es fácil de hacer, precisa pocos ingredientes, no requiere fuego y es imposible que os salga mal. No se puede pedir nada más.
INGREDIENTES (4 personas) :
200 ml de nata para montar
120 ml de leche condensada
12 galletas maría (a ser posible del tipo hojaldrada)
En primer lugar vamos a montar la nata. Si tenéis una batidora la podéis utilizar pero tampoco es necesario ya que con unas varillas sería más que suficiente ya que se persigue una firmeza media, como de la crema.
Cuando habéis montado la nata se añade la leche condensada y se mezcla con cuidado para que la nata no pierda el aire (ya sabéis, movimientos circulares lentos de arriba a abajo).
Ahora es el momento de triturar las galletas, No deben quedar como la harina, sino más bien como copos de avena. Prefiero emplear galletas del tipo hojaldrado pero cualquier otro tipo, dentro de la línea de "las maría" puede ser adecuada.
Ahora vamos a montar los vasitos individuales. Cubrimos el fondo con una parte de las galletas trituradas y a continuación los llenamos con la mezcla de nata y leche condensada. A continuación cubrimos con el resto de galletas trituradas. Llevamos al frigorífico y dejamos la serradura durante un mínimo de 2 ó 3 horas.
En muchas recetas se indica que se deben hacer capas de galleta triturada y nata. Si queréis podéis hacerla así, no mejora ni empeora el gusto. Lo que no se debe hacer es emplear nata a presión.
Como véis un postre sencillo pero que crea adicción.