Para aquellos que ya sepan de que va esta entrada, un cachopo no es un san jacobo. Ni un cordon bleu, ni mucho menos un librito. Todos ellos se parecen pero en realidad son diferentes y eso es algo que se nota con solo echarles el diente.
Para los que no lo sepan, un san jacobo son dos lonchas de jamón - o una, depende - que encierra otra de queso y todo empanado. Un cordon bleu es pechuga de pollo con el corazón de queso, y el conjunto a la vez empanado. Un librito es lomo de cerdo de cierto grosor que se ha abierto para que dentro contenga de nuevo queso y finalmente el cachopo son dos filetes de gran tamaño que emparedan queso y jamón serrano, enharinado, cubierto de huevo y pan rallado y finalmente frito.
El cachopo sería por tanto un "hermano mayor" de los empanados referidos. Su precio no es bajo, sobretodo si se emplean filetes de buena calidad, pero como es de gran tamaño se reparte entre los comensales y sale a pagar muy poco por cabeza. Y digo a pagar porque ésta es una receta que se ha popularizado desde los bares y restaurante asturianos que los suelen servir de la misma manera que la sidrerías vascas hacen con la tortilla de bacalao.
El cachopo se sirve acompañado de patatas fritas y algo de verdura, aunque lo que mejor casa son los pimientos del piquillo, en mi opinión.
Os voy a dar la receta que hago y que difiere ligeramente de la tradicional. Cuando el paso que describa difiera del habitual os lo haré saber con la oportuna indicación.
INGREDIENTES (4 / 6personas)*
* El número de personas que pueden comer de un cachopo se obtiene dividiendo el peso de los ingredientes por cada comensal. Si en total tenemos 500 gramos como suma de filetes, queso y jamón, para una ración media de 150/200 gramos sólo tendremos 2 ó 3 comensales posibles.
2 filetes de gran tamaño y no muy gruesos
6 ó 7 lonchas de queso que funda con rapidez y de buena calidad (los necesarios para cubrir el filete)
6 ó 7 lonchas de jamón serrano (de nuevo los necesarios para cubrir la superficie del filete)
4 ó 5 huevos para el rebozado
Harina blanca de trigo
Pan rallado
Sal
Pimienta molida
Aceite virgen extra de oliva
En primer lugar compráis un par de filetes de gran tamaño, ni demasiado grueso ni demasiado fino y a ser posible entero, es decir, sin cortes ni nervaduras, y que además sean iguales.
Este es un paso adicional que hago pero que no se utiliza generalmente en la receta tradicional. Con un mazo golpeó a conciencia los filetes para dejarlos aún más tiernos y si no son lo suficientemente grandes evidentemente aumentan de tamaño.
Salpimentamos bien ambos filetes por las dos caras.
Colocamos un filete bien extendido y sobre el mismo colocamos las lonchas de queso de manera que lo cubran bien. No suelo llegar a los bordes para evitar que con la fritura el queso fundido desborde. Sobre el queso, las lonchas de jamón serrano. y a continuación cubrimos con el otro filete. No se debe atar con palillos ni nada parecido.
Enharinamos bien el cachopo y lo pasamos por los huevos batidos. A continuación por el pan rallado de manera que quede bien cubierto. En la receta tradicional se llevaría directamente a una paella grande con un dedo de aceite para freírlo. En mi caso prefiero hacer un segundo empanado. Es decir, una vez tengo el primer empanado, lo paso de nuevo por el huevo y por el pan rallado. De esta manera consigo sellar mejor la carne y el aspecto externo es más firme y crujiente. Pero como digo, no es la manera tradicional. Lo que se debe hacer en ambos casos es añadir un poco de sal al huevo para que no resulte soso en comparación con el relleno.
Una vez hemos frito y queda dorado, servimos con patatas fritas y pimientos del piquillo.
Un plato sencillo pero que repites una y otra vez, hasta el punto de que resulta casi adictivo.