Estamos ante una receta que se puede preparar en menos de media hora. Eso sí, tal y como es el original, dejará un recuerdo "imborrable" en todos aquellos que la prueben.
Los italianos llaman "penne" a lo que los españoles llamamos "macarrón". Para los italianos el macarrón es otro tipo de pasta. El Penne es tubular, corto y con los extremos cortados al sesgo mientras que el macarrón italiano es largo, tubular y con los estremos cortados rectos. Para esta receta se emplea penne rigate que es el tipo estriado más apropiado para impregnarse con una mayor cantidad de salsa.
INGREDIENTES (6-8 personas)
Medio kilo de macarrones estriados (penne rigate)
Medio kilo de tomate triturado en lata (o aproximadamente 800 gr de tomates maduros)
1 diente de ajo
3 guindillas rojas
4 hojas frescas de albahaca o albahaca en polvo
Sal
Aceite virgen extra de oliva
En una sartén con un chorrito de aceite freímos el diente de ajo laminado. A la vez echamos las guindillas rojas cortadas y libres de semillas. Antes de que cambien de color añadimos el tomate triturado de lata o bien los tomates maduros cortados en gajos sin piel ni semillas. Añadimos una cucharadita de sal. Removemos bien y dejamos hacer hasta que el agua desaparece y el tomate se observa bien frito. Las hojas frescas de albahaca (o en polvo, si no tenéis de las primeras) se añade casi al final para que dejen el aroma pero no se quemen. Mientras habremos hervido los macarrones según las instrucciones del fabricante para conseguirlos al dente. No olvidéis echar sal a la pasta mientras cuece. Escurrid bien e inmediatamente emplatar. La salsa se echa por encima de los macarrones hasta cubrir. Se sirve tal cual sin queso. Para los que dudéis las guindillas a las que me refiero son las picantes, aquellas que a veces se venden en macetas como plantas ornamentales. Y, en efecto, el resultado es picante a matar. ! Así que ojo !
Los italianos llaman "penne" a lo que los españoles llamamos "macarrón". Para los italianos el macarrón es otro tipo de pasta. El Penne es tubular, corto y con los extremos cortados al sesgo mientras que el macarrón italiano es largo, tubular y con los estremos cortados rectos. Para esta receta se emplea penne rigate que es el tipo estriado más apropiado para impregnarse con una mayor cantidad de salsa.
INGREDIENTES (6-8 personas)
Medio kilo de macarrones estriados (penne rigate)
Medio kilo de tomate triturado en lata (o aproximadamente 800 gr de tomates maduros)
1 diente de ajo
3 guindillas rojas
4 hojas frescas de albahaca o albahaca en polvo
Sal
Aceite virgen extra de oliva
En una sartén con un chorrito de aceite freímos el diente de ajo laminado. A la vez echamos las guindillas rojas cortadas y libres de semillas. Antes de que cambien de color añadimos el tomate triturado de lata o bien los tomates maduros cortados en gajos sin piel ni semillas. Añadimos una cucharadita de sal. Removemos bien y dejamos hacer hasta que el agua desaparece y el tomate se observa bien frito. Las hojas frescas de albahaca (o en polvo, si no tenéis de las primeras) se añade casi al final para que dejen el aroma pero no se quemen. Mientras habremos hervido los macarrones según las instrucciones del fabricante para conseguirlos al dente. No olvidéis echar sal a la pasta mientras cuece. Escurrid bien e inmediatamente emplatar. La salsa se echa por encima de los macarrones hasta cubrir. Se sirve tal cual sin queso. Para los que dudéis las guindillas a las que me refiero son las picantes, aquellas que a veces se venden en macetas como plantas ornamentales. Y, en efecto, el resultado es picante a matar. ! Así que ojo !