El Boureki es una receta muy fácil de preparar aunque requiere un tiempo de horneado largo (os daré un truco para acortar dicho tiempo). Hay varias formas de prepararlo aunque la que os presento es la más sencilla y exactamente igual a como se prepara en la zona de Hania de la isla de Creta, de dónde es original.
INGREDIENTES (4 comensales):
5 patatas medianas
5 calabacines también medianos
Medio kilo de queso*
Menta picada
Aceite virgen extra de oliva
Sal
* El queso empleado en el Boureki original se denomina Mizithra y es propio de la isla, así que las esperanzas de encontrarlo fuera de Grecia son nulas. En Chipre hay un queso similar denominado Anarí mientras que en el resto del Mundo podemos emplear queso Ricotta, Khoya, Rhekeijao, Requesón o Mató. En algunas recetas se indica queso Feta pero, por muy griego que sea, no creo que sea muy recomendable porque su textura no es la apropiada.
En primer lugar vamos a cocer las patatas enteras sin piel. Esta cocción bajará el tiempo de horneado y evitará que para ablandar las patatas debamos "quemar" los calabacines. Con diez minutos en agua hirviendo será más que suficiente.
En una fuente plana que pueda ir al horno haremos una primera capa de rodajas finas con la mitad de las patatas disponibles. Echaremos un poquito de aceite y otro poquito de sal. Encima haremos otra capa con la mitad de los calabacines cortados en rodajas muy finas y sin pelar. Sobre ellos desharemos todo el queso de manera que cubra bien. Espolvoreamos la menta picada (una cucharada). Ahora hacemos otra capa de rodajas de patata y coronamos con la capa final de calabacín. Apretamos con fuerza para aplanar el pastel. Salamos y vertemos algo más de medio vaso de aceite de oliva.
Metemos en el horno previamente calentado a 180 grados. Es recomendable cubrir la fuente con una hoja de papel de aluminio para que el agua de los cabacines no escape y ayude a "soldar" las capas. El tiempo siempre dependerá del estado de las patatas, pero éste bien puede ser una hora o más hasta que se ablanden completamente. No os preocupeis demasiado si el calabacín de la parte superior se ennegrece ya que contiene mucha agua y se cuece en mucho menos tiempo que la patata. Si os molesta ese ennegrecimiento debereis cocer las patatas más tiempo y así acortar el horneado. El resultado final debe parecer y ser un pastel como el que refleja la fotografía adjunta, con los ingrediente "indiscernibles".
Es un primer plato que también se puede servir como acompañamiento de carnes a la brasa.