Este pastel podría entenderse como una reinterpretación de una quesada o de un pastel de queso convencional. La ventaja es que se prepara en minutos. Si se utiliza harina queda como una torta mientras que sin ella recuerda a un pudin frio. Hay que tener en cuenta que dentro del horno el pastel subirá debido a la acción coagulante del huevo pero una vez salga del mismo quedará plano al carecer de levadura.
INGREDIENTES
Medio kilo de requesón (ricotta, mató etc).
100 gramos de azúcar
3 huevos
4 cucharadas de mantequilla sin sal
1 cucharada de piel de limón rallada
100 gramos de harina de trigo o maíz (opcional)
En un bol grande mezclamos el requesón, el azúcar, los huevos batidos, la mantequilla fundida, el limón rallado y si queremos, la harina. Batimos hasta que queda una masa cremosa. Vertemos la masa en un molde de silicona o uno metálico previamente pintado con mantequilla derretida. Metemos en el horno precalentado a 180 grados durante una hora aproximadamente (o hasta que empieza a dorarse por encima, si es que hemos optado por la versión con harina).
Se deja reposar hasta que adquiere la temperatura ambiente para luego terminar de enfriarlo si se desea en el frigorífico.