La verdad es que cuando recibí esta receta me mostré un tanto escéptico. Un pastel que en su práctica totalidad está compuesto por humildes cebollas me parecía un tanto arriesgado. Pues bien, hoy he llevado a la práctica esta receta y el resultado ha sido excelente. El sabor es delicado, suave y su realización realmente simple. El pastel de cebollas puede ser un plato de a diario por su sencilla preparación pero también una receta que por su presentación no desentone como primer plato en comidas de más nivel.
INGREDIENTES :
Medio kilo de cebollas moras tipo "Figueres"
5 huevos
100 gramos de tocino ahumado
Hojas de pasta quebrada
Aceite virgen extra de oliva
Sal
Pimienta negra molida
Rallamos las cebollas, las salpimentamos y a continuación las pochamos en un chorro de aceite de oliva juntamente con el tocino cortado en dados. Cuando han vencido - las cebollas transparentan - las mezclamos con los huevos batidos. Embadurnamos con mantequilla un molde preferiblemente redondo que pueda ir al horno y colocamos en el fondo, también subiéndola por los lados, una hoja de pasta quebrada - la que no sube -. A continuación incorporamos las cebollas ralladas y los huevos llenando el molde. Con otra hoja de pasta quebrada cubrimos el relleno, cerrando el pastel con un doblez que impida que la masa, al hervir, pueda romper el pastel.
Precalentamos el horno a 190 grados e introducimos el pastel de cebollas durante unos 50 minutos. El resultado es una pastel de pasta quebrada con el interior solidificado pero jugoso. Probadlo, posee un sabor muy sorprendente y una presentación impactante.