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Dicen que los sentidos que más persisten en los seres humanos son el gusto y el olfato, tal vez debido de nuestro pasado como prehistóricos cazadores. Recordamos nítidamente los sabores de los platos que nos preparaban durante la infancia y el olor que desprendía nuestro hogar, mientras que las sensaciones sonoras y visuales se tienden a olvidar con cierta facilidad, como si ocuparan un lugar demasiado voluminoso en nuestro cerebro que conviene ir borrando a diario para dar paso a nuevas imágenes.
La memoria olfativa y gustativa queda grabada en nuestro cerebro de forma sutil pero indeleble. Sólo los guisos de nuestra madre huelen de una determinada forma, al igual que nuestra casa o la oficina donde trabajamos aunque a menudo no nos demos cuenta.
También los países huelen de una determinada forma y desde luego lo hace su gastronomía. La gastronomía griega huele a orégano, la francesa a nata, la española a sofrto y la india a especias. Y si no lo creéis basta con realizar una receta francesa y añadirle un sofrito de tomate, cebolla y ajo para españolizar el resultado. O haced un estofado de carne añadiendo un poco de orégano; si lo servís a un griego seguro que dudará si se trata de una receta griega que desconoce, tan dados ellos a poner orégano en muchos de sus platos.
Así que el Tikka Masala, con su sabor especiado, nos parece una receta india arquetípica. Pues bien, no lo es. El Tikka Masala es un ejemplo claro de receta a la cual se la ha hecho parecer india sin serlo. Su origen más que probable es Inglaterra y aunque en su preparación hay cierto deja vu de la cocina india - inspirada en el famosos pollo tandoori - es poco probable que de haber surgido directamente en la India se hubiera cocinado de esta manera. Además se trata de un plato de reciente aparición por lo cual lo más plausible es que fuera creado por emigrantes pakistaníes, indios o de Bangla Desh en algún anónimo restaurante de Inglaterra. El hecho de que no exista una única "receta oficial" también es indicador de que no procede de una tradición culinaria india.
Así que la receta que os presento es la que yo realizo y que se basa en tres pasos bien definidos :
1. Marinar el pollo
2. Cocinar o marcar el pollo al grill
3. Cocinar brevemente la carne en una salsa compuesta de yogur o nata y salsa de tomate
Estos tres pasos lo siguen la mayoría de las recetas, si bien difieren considerablemente en cuanto a los ingredientes a emplear. No importa. Si variáis los ingredientes a vuestro gusto no estáis faltando a ninguna ortodoxia porque, como ya he dicho, es una receta que sólo busca parecer india. Es muy fácil de hacer.
INGREDIENTES (4 personas)
2 muslos deshuesados de pollo por persona como mínimo
Yogur tipo griego
Garam masala (especias indias)
Salsa de tomate frito
Sal
Cilantro fresco (opcional)
Mantequilla
Ajo
Cebolla
En primer lugar vamos a hablar del Garam Masala. Esta especia es una mezcla de otras especias, al igual que ocurre con el curry. La podéis encontrar en tiendas especializadas, tiendas de alimentación regentadas por la comunidad india o bien hacerla vosotros mismos mezclando canela, clavo, nuez moscada, pimienta negra y cardamomo. Hago partes iguales de cada una de las clases mencionadas excepto de nuez moscada de la que añado sólo un pellizco. Las machaco en un mortero y ya tengo mi Garam Masala.
Embadurno el pollo con Garam Masala y sal y lo sumerjo en yogur griego para marinarlo un mínimo de 24 horas dentro del frigorífico. No utilicéis el yogur normal, sino el griego que es menos consistente y ácido.
Transcurrido el tiempo lo extraigo del marinado - que desecho - y hago el pollo al grill. Esto lo puedo hacer o bien en el grill del microondas, en el horno o incluso en la barbacoa. Debe quedar bien marcado por todos lados pero aún crudo en el centro.
En una cazuela o sartén fundo una cucharada de mantequilla - si queréis se puede emplear aceite virgen extra de oliva - y sofrío la cebolla bien picada y el diente de ajo rallado.
A continuación añado el pollo, incorporando una mezcla a partes iguales de tomate frito y yogur griego o bien nata para cocinar. Esta salsa debe cubrir los muslos de pollo casi en su totalidad. Lo dejamos a fuego medio unos 8-10 minutos - la salsa espesará ligeramente - rectifico de sal y pimienta y ya está listo para ser servido cubierto por un poco de cilantro fresco. Se suele acompañar también de arroz basmati que absorbe parte de la salsa tomando un sabor muy agradable.
Esta receta admite múltiples variaciones, desde hacerla muy picante hasta añadir aquellas especias que más os recuerden la cocina india.