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Flan de calabacín (receta para niños)

No se cuál es la razón exacta de que los niños acepten mejor las verduras cuando las camuflas en un flan. Tal vez sea por su aspecto, pero lo cierto es que antes se comerán la zanahoria, la calabaza o el calabacín si lo "construimos" como un flan que con su formato original. Las verduras cocinadas pierden algunas propiedades - la vitamina C es la más afectada - pero aún suponen un excelente aporte de minerales, vitaminas y fibra. Sólo con que el niño acompañe la comida con un zumo natural rico en vitamina C el aporte vitamínico será completo. 

INGREDIENTES (4 personas)

2 calabacines de tamaño medio/grande
2 huevos grandes (XL)
1 cebolla pequeña
1 diente de ajo
50 gramos de queso rallado cremoso
Dos cucharadas de nata para cocinar (o leche entera)
1 cucharada de harina blanca de trigo
Nuez moscada rallada (opcional)
Pimienta negra molida
Sal
Aceite virgen extra de oliva

Lavamos y rallamos los calabacines. Hay dos opciones : quitar la piel o bien dejarla. Lo normal sería dejarla pero a veces contiene pesticidas y para los más pequeños de la casa es mejor eliminarla. Con la piel quedará más verde y eso a lo mejor provoca un rechazo del niño, así que vosotros mismos.

Picamos la cebolla y el ajo, eliminando el germen verde de este último para que no repita. En una sartén vertemos un chorro generoso de aceite de oliva y en él rehogamos el calabacín rallado así como la cebolla y el ajo. Dejamos hacer 10 minutos para eliminar gran parte del agua del calabacín. Una vez hecho retiramos y reservamos.

En un bol mezclamos los huevos, la harina, la nata para cocinar, el queso rallado y añadimos el sofrito hecho anteriormente. Sazonamos ligeramente - cuidado, el queso suele ser bastante salado - y añadimos un pellizco de nada de nuez moscada (si os agrada el olor y el sabor, claro está).

Vertemos el resultado en un bol grande flan engrasado con mantequilla o bien en moldes individuales. Si el molde es de silicona no hace falta emplear mantequilla.

Precalentamos el horno a 190 grados e introducimos un recipiente con agua donde quepa el molde o moldes de los flanes (vamos, lo que es un baño maría de toda la vida). Cuando el agua está visiblemente caliente colocamos las flaneras y dejamos hacer durante media hora o hasta que al clavar un palillo en el centro salga completamente seco.

Servimos caliente y los niños - o no tan niños - lo devorarán.