Los amantes de la cocina oriental pueden hacerse su propia salsa satay y emplearla a placer para acompañar recetas de carne o pescado. Se conserva bastante bien durante 3 ó 4 días en el frigorífico. Es muy fácil de hacer.
INGREDIENTES (4 personas) :
100 gramos de semillas de cacahuete peladas y sin sal
100 ml (medio vaso) de caldo de pollo
150 ml (3/4 de vaso) de leche de coco.
1 cucharada de pasta de curry rojo (o en su defecto, una cucharada de curry convencional)
El zumo de un limón (o de una lima)
En primer lugar pelamos los cacahuetes y los trituramos tanto como podamos. A continuación añadimos el resto de ingredientes y mezclamos bien.
Vertemos el líquido resultante en una cazuela y a fuego lento reducimos hasta obtener una salsa con la consistencia que deseemos (algo más densa que la mahonesa es lo habitual).
Se sirve caliente y con muy poca cantidad convertirá un aburrido plato de carne, pollo o pescado en un viaje a Oriente.