Licor Kahlua casero


El Kahlua es un licor de café muy famoso en todo el Mundo. Nació en 1936 en México de la mano de Pedro Domecq y desde el principio se le dio un toque muy veracruzano usando en su denominación una palabra que en el idioma pre hispánico que se utilizaba en la zona significa "Casa de Acolhua". El Kahlua se bebe tal cual o como ingredientes de varios cócteles e incluso mezclado con leche. Igualmente se emplea en la confección de postres y dulces gracias a la gran cantidad de azúcar que incorpora.

El Kahlua actual se comercializa en muchos países. Su fórmula incluye café, ron, jarabe de maíz, azúcar y vanilla, es decir, productos muy mexicanos o que al menos se producen en el país. De todos ellos los más mexicanos son el maíz y la vainilla. No hace falta explicar la importancia del maíz en las culturas precolombinas de centroamérica pero cabe aclarar, contra lo que algunos creen, que la vainilla es de procedencia mexicana y no de Madagascar.  Las orquídeas de donde se extrae la vainilla fueron importadas de México a  Madagascar pero allí no encontraron un insecto que las polinizara como en su patria original, así que este proceso se debe hacer con abundante mano de obra. El café es originario de la península arábiga pero se produce en el sur del país mientras que el ron y el azúcar, que asociamos generalmente con los países caribeños, también se producen en México en importantes cantidades.

Con todos estos ingredientes se realiza una especie de jarabe con cierta densidad que debe dejarse en reposo cierto tiempo para que los sabores se mezclen. 

Vamos a hacer un licor Kahlua casero bastante sencillo aunque no podemos prescindir del tiempo de reposo que puede alcanzar las 2 ó 3 semanas.

INGREDIENTES :

Medio litro (500 ml) de café recién preparado y bastante fuerte
700 gramos de azúcar (no es un error, lleva un montón de azúcar)
450 ml de ron
1 vaina de vainilla fragmentada en 2 ó 3 trozos  o cortada longitudinalmente

En primer lugar hacemos el café y agregamos inmediatamente el azúcar, removiendo hasta que se disuelva totalmente. Dejamos enfríar.

Incorporamos entonces el ron y la vaina de vainilla, removiendo. Cubrimos con una tapa o un tapón de rosca para asegurar que no está expuesto al aire. Dejamos en un lugar fresco y con poca luz (pero nunca en el refrigerador) y sobretodo que no moleste, porque va a permanecer ahí durante 2 ó 3 semanas.

Transcurrido el tiempo, colamos para eliminar las vainas y ya podemos consumirlo. Seguro que la espera ha merecido la pena.

Se puede rebajar con agua embotellada o utilizar como hemos dicho en cócteles o como ingredientes de postres y dulces.