Esta sencilla receta se puede realizar de dos maneras : empleando un huevo o dos pochados por ración o bien haciendo rodajas de huevos cocidos y rebozándolos. En mi caso los suelo hacer como ración individual con un huevo pochado, que es la receta que os describo a continuación.
INGREDIENTES :
1 ó 2 huevos pochados
Leche
Harina blanca
Harina de galleta
Nuez moscada
Levadura química
Aceite virgen extra de oliva
Vinagre
Sal
Salsa tabasco (opcional)
Los huevos pochados, escalfados o poché se consiguen al coagular la clara mientras que la yema queda líquida y por tanto se puede "mojar" como en el caso de los huevos fritos. Para hacer huevos pochados utilizo un cucharón de los que se emplean para servir la sopa. Rompo la cáscara y vierto el contenido en el cucharón de manera que la clara cubra la yema. Echo un pellizco de sal y si se quiere hacerlo picante, un poco de salsa tabasco, pimienta, ají picante, chili etc.
Mientras, he puesto a hervir un cazo con agua y un chorro abundante de vinagre. El vinagre servirá para cuajar con más rapidez la clara.
Coloco el cucharón con el huevo dentro del agua hirviendo. Lo mejor es colocar el metal del cucharón tocando el agua hirviendo pero sin permitir que salte el agua al interior. Cuando la clara empieza tomar un color blanquecino se puede sumergir totalmente. Tranquilos, que el vinagre se encargará de que el huevo no se "diluya" en el agua.
Cuando la clara se ha vuelto blanca, sacad y reservad. La yema estará todavía está líquida a no ser que lo hayáis mantenido más de 2 ó 3 minutos.
Vamos a preparar la salsa bechamel. Para ello vertéis un buen chorro de aceite de oliva en una cazuela e incorporáis lentamente la harina blanca para que se vaya friéndo. Cuando toma un color marrón - estáis viendo el color del gluten - echáis leche poco a poco sin dejar de remover hasta que espese. Le dáis sabor con un poco de sal y un pellizco de nuez moscada. Además añadimos una cucharada de levadura química y así con la fritura se inflará.
Ahora vamos a sumergir el huevo pochado en la salsa bechamel pero con sumo cuidado. No le déis la vuelta en la salsa como si fuera un trozo de carne a empanar o la yema se romperá. Simplemente sumergidlo con cuidado empleando una espátula o cuchara para a continuación espolvorear por encima, con el mismo cuidado, la harina de galleta.
Calentamos en una sartén abundante aceite de oliva y sumergimos el huevo empanado friéndolo hasta que se torna dorado (menos de un minuto). No le déis la vuelta para que quede frito por ambos lados porque de nuevo tendríamos problemas con la yema. Para que quede dorado por encima o bien habéis empleado mucho aceite o bien echáis el aceite caliente por encima con ayuda de la espátula.
Se escurre bien el aceite y se sirve inmediatamente, van bien en el desayuno, la comida o la cena. Además se pueden añadir dentro del empanado muchos tipos de aderezos, quesos, gambas etc y acompañarse de ensalada, patatas fritas, puré etc. En cualquier caso están de vicio, os lo aseguro.