El agua engorda. FALSO. El agua es un elemento indispensable para nuestro organismo y debe ser tomada en cualquier momento según nuestras necesidades. Es cierto que al hacer ejercicio perdemos rápidamente peso, pero gran parte de dicha pérdida es agua y debe ser repuesta de forma inmediata o podemos sufrir problemas graves de deshidratación.
Beber agua fría adelgaza. FALSO. Algunas personas creen que al beber agua muy fría el cuerpo reacciona quemando calorías para recuperar la temperatura normal. No hace falta decir que esta creencia es falsa y nuestro cuerpo no quema más o menos calorías según la cantidad de agua que tomemos ni por la temperatura a la que ésta se halle. Lo que sí es cierto es que si sólo bebemos agua desterrando refrescos azucarados y bebidas alcohólicas disminuiremos mucho la cantidad de calorias que consumimos pareciendo que beber agua nos hace adelgazar. También es cierto que beber agua no sólo nos hidrata, sino que ayuda a que nuestro metabolismo funcione mucho mejor.
Beber refrescos azucarados no calma la sed. CIERTO. Evidentemente los refrescos se componen
de agua pero también de azúcar. Para metabolizar el azúcar se precisa agua, de manera que parte del agua consumida se va a emplear en el proceso mismo de digerir el azúcar que contiene. De hecho un vaso de refresco sacia la sed sólo un 70% de lo que lo haría un vaso de agua. El agua es el único elemento que consumimos que contiene cero calorías.
La sal afecta a los riñones. CIERTO. Y no sólo los riñones, sino también el aparato cardio vascular. La sal contiene sodio que es un elemento indispensable para la vida. La sal llega a los riñones los cuales la filtran y la introducen en nuestro cuerpo para conseguir el equilibrio dinámico necesario. Si tomamos mucha sal el riñón no puede procesarla correctamente creándose un problema de salud importante. Es especialmente importante no superar los 4 gramos de sal por día en caso de los adultos y para niños pequeños menos de 1 gramo/dia. De hecho el cuerpo absorbe el 95% de la sal que circula por el intestino delgado, por tanto es muy eficiente, y la cantidad mínima necesaria se suele encontrar en la mayoría de los alimentos que consumimos, por lo que es prácticamente innecesario añadir sal a los mismos.
El pan duro engorda menos que el tierno. FALSO. El pan duro es pan que ha perdido el agua que contiene. Así que engorda lo mismo que el tierno.
Es recomendable comer la piel de la mayor parte de la fruta. CIERTO. La piel contiene substancias necesarias para nuestro organismo así como fibra. Sin embargo cuanto mejor sea el aspecto que presenta menos aconsejable es consumirla. El aspecto que presentan algunas frutas, sin manchas y carentes de defectos, es probablemente debida a la cantidad de pesticidas empleados en su producción y la piel debe eliminarse siempre. De hecho sólo deberíamos comer la piel de las frutas procedentes de cultivos ecológicos.
Los laxantes ayudan a adelgazar. FALSO. Además de ser una idea absurda, consumir laxantes para adelgazar puede provocar serios trastornos en nuestra salud. Algunas personas creen que utilizando laxantes la grasa del cuerpo se "deshace" evacuándose junto a las heces. No hace falta decir que es una idea muy pero que muy equivocada.
Las bebidas de cola contienen substancias adictivas. FALSO. La cantidad de mitos falsos que rodean a las bebidas de cola podrían llenar cientos de libros. Uno de dichos mitos indica que contiene "cocaína" por la similitud enter el nombre de la bebida y la referida droga. Esto es absolutamente falso. Sí que es cierto que la cola contiene cafeína, que es un estimulante, pero la OMS considera que no se puede hablar de substancia adictiva. Lo cierto es que la substancia adictiva que contiene la cola es algo inesperada : se llama azúcar. De hecho los árabes consideraban el azúcar una substancia adictiva, una droga. Nuestro cuerpo está tan habituado a la misma que no nos suele causar la euforia que experimentan los organismos no habituados.
Hay alimentos con calorías negativas. FALSO. Se dice que un alimento tiene calorías negativas cuando su consumo gasta más energía que las calorías que aporta. Esta idea surgió hace veinte años a raíz de la publicación de un libro que abogaba por esta teoría publicado por Neal Barnad. De hecho nuestro cuerpo es muy eficiente y saca calorías de prácticamente cualquier alimento, así que comer sólo apio, pomelos o calabacines no va a "quemar" nuestra grasa : menos el agua, todo engorda.
Hay pastillas que impiden la absorción de grasa. CIERTO. Determinadas pastillas evitan que la totalidad de la grasa que ingerimos se almacenen en nuestro cuerpo. Aunque han sido aprobadas en varios países también han sido muy criticadas por provocar otros trastornos, algunos de ellos muy graves.