No voy a explicar en este post qué son los calçots. Para una información más detallada podéis leer este antiguo artículo publicado en Media Hora para Cocinar.
Estamos en plena temporada de calçots y a pesar de que se suelen comer a la brasa mojados en salsa hay otras maneras de prepararlos. La más sencilla es esta tortilla que se hace en menos de veinte minutos y conserva, aunque parezca mentira, el sabor de la receta al fuego.
INGREDIENTES (1 tortilla individual)
2 huevos
3 calçots
2 cucharadas de salvitxada (salsa para calçots, ver receta)*
Sal
Aceite virgen extra de oliva
* es posible adquirir preparaciones comerciales de salvitxada, la mayoría bastante correctas.
En una plancha bien caliente vertemos una cucharada de aceite colocando a continuación los calçots bien lavados. Les damos vueltas hasta que ennegrece la capa externa. Reservamos. Cogemos dos de las cebollas y las pelamos. Cortamos la parte tierna y blanca en trozos no demasiado pequeños. En un bol batimos dos huevos, los calçots cortados, una cucharada de salvitxada y un pellizco de sal. Incorporamos la mezcla en una sartén pequeña con una cucharada de aceite de oliva hasta que cuaje (dando la vuelta con un golpe de muñeca si lo creemos necesario).
Se sirve acompañada del tercer calçot que hemos asado y una cucharada de salsa, a modo de decoración.
Os recuerdo que la salsa es ligeramente picante si la compráis hecha o bien seguís la receta tradicional. Eliminad el bicho si queréis una salsa dulce.
INGREDIENTES (1 tortilla individual)
2 huevos
3 calçots
2 cucharadas de salvitxada (salsa para calçots, ver receta)*
Sal
Aceite virgen extra de oliva
* es posible adquirir preparaciones comerciales de salvitxada, la mayoría bastante correctas.
En una plancha bien caliente vertemos una cucharada de aceite colocando a continuación los calçots bien lavados. Les damos vueltas hasta que ennegrece la capa externa. Reservamos. Cogemos dos de las cebollas y las pelamos. Cortamos la parte tierna y blanca en trozos no demasiado pequeños. En un bol batimos dos huevos, los calçots cortados, una cucharada de salvitxada y un pellizco de sal. Incorporamos la mezcla en una sartén pequeña con una cucharada de aceite de oliva hasta que cuaje (dando la vuelta con un golpe de muñeca si lo creemos necesario).
Se sirve acompañada del tercer calçot que hemos asado y una cucharada de salsa, a modo de decoración.
Os recuerdo que la salsa es ligeramente picante si la compráis hecha o bien seguís la receta tradicional. Eliminad el bicho si queréis una salsa dulce.